"El 9 de marzo de 2015, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, colocó su firma en una orden ejecutiva que declara a su país en "emergencia nacional", al considerar que Venezuela constituye "una inusual y extraordinaria amenaza a la Seguridad Nacional y a la política exterior de los Estados Unidos"
Esa medida fue denunciada por la cancillería y el gobierno nacional, se realizó una campaña en contra de esa orden del gobierno norteamericano, pues es la antesala a una serie de acciones tendentes a involucrarse en la situación interna de Venezuela.
En la actualidad, el Presidente de la Asamblea Nacional, cumpliendo con su rol de ejecutor de la provocación gringa , sigue el libreto hecho en la Casa Blanca. Su actuación se corresponde con un guión diseñado claramente para desencadenar acciones de enfrentamientos, trata de hacer morder el peine de la confrontación entre los factores opuestos en la población. Los que están con el proceso de creación de un estado de derecho y de justicia para los pobres y los defensores del modelo neoliberal.
El desconocimiento de la impugnación de la sala electoral del tribunal Supremo de Justicia a los diputados de la derecha electos en Amazonas y la juramentación de estos, produjo la sentencia de desacato y todas las sesiones de la Asamblea Nacional y todas sus decisiones serán nulas, siempre y cuando los diputados investigados estén presentes.
Por otra parte la violación del reglamento interno de funcionamiento del órgano legislativo, el irrespetuoso retiro de las imágenes del libertador Simón Bolívar, Comandante Hugo Chávez y del Presidente Nicolás Maduro, unida a la próxima discusión de la ley de amnistía, tiene una connotación política muy grave. Es desconocimiento muy claro de los otros poderes de la República y atenta contra la paz.
La Fuerza Armada Nacional, tiene en sus manos junto al pueblo civil organizado, la defensa de la tranquilidad y la soberanía de la patria. El poder militar es el punto de equilibrio entre los poderes de la nación venezolana, debe asegurarse la institucionalidad y ello implica la continuidad del ejercicio presidencial y hacer valer la Constitución.
En el escenario ya se han presentado varios actos conmovedores. Cerrado el telón, se está ensayando la actuación de mayor impacto emocional, la tensión aumenta y los actores se preparan. Esperemos un desenlace favorable a los intereses de la nación.