Referirse al Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, es adentrarse en las profundidades de un proceso político que abarcó toda la América del sur dominada por España durante trescientos años antes del estallido independentista en Caracas el 19 de abril de 1810. Se debe aclarar que en Haití ya se había producido la rebelión de los desposeídos, los sometidos a la esclavitud, los alzados en armas que derrotaron al imperio Francés. Así que el primer país que doblega la supremacía europea en 1804 es la isla haitiana y en el continente es Venezuela, faro que iluminó el proceso de emancipación de la América Meridional.
El general Sucre "padre de Ayacucho" como lo denomina el Libertador Simón Bolívar, es parte y arte fundamental en el escenario de la lucha por la toma del poder y la estrategia militar, dentro del periodo de 1810-1830 en Venezuela.
Cumaná vio nacer a Antonio José de Sucre el 03 de febrero de 1795. Desde su adolescencia pasó a formar parte del ejército (Húsares de Fernando Séptimo). A sus 15 años participa junto a su padre Vicente de Sucre y Urbaneja y sus hermanos en el movimiento del 19 de abril en 1810. Pierde a su madre a los 07 años de edad, a lo largo de la contienda por la independencia, 15 miembros de su familia entre ellos varios hermanos y hermanas mueren producto de la guerra. Muy joven figura como comandante del cuerpo de ingenieros en 1812, sirve a las órdenes de Francisco de Miranda en la toma de la victoria- Aragua, miembro del Estado mayor del ejército de Oriente bajo las órdenes de Bermúdez y edecán de Santiago Mariño en la campaña de Oriente que liberó esa parte de la capitanía general de Venezuela en 1813. Participa en varias batallas en el oriente, centro y occidente del territorio venezolano.
Dentro de muchas anécdotas propias de la guerra de independencia asignadas a Sucre, está la de dos soldados españoles que en 1813 en plena pelea en el oriente del país fueron encontrados heridos por Antonio José de Sucre y este les conmina a huir de las tropas de Bermúdez que venían cerca, aplicando la guerra a muerte matando españoles por causa del asesinato de su hermano Bernardo Bermúdez, en manos del jefe español Antonio Cervériz. Estos dos jóvenes no podían caminar debido a las heridas y Sucre les facilita un caballo para que se marchen. Luego de esto se pasan los dos soldados al ejército patriota y uno de ellos combate en Perú al lado del Mariscal.
En 1815, junto a José Francisco Bermúdez como comandante de la plaza de Cartagena (hoy parte del territorio Colombiano), Antonio José de Sucre hace la defensa de ese puerto tan importante de América, bloqueadas sus costas por el general español Pablo Morillo y al no poder romper con las condiciones de hambre y sed, protagonizan la huida a las Antillas, pasando por entre las embarcaciones enemigas.
El espíritu humanista de este prócer oriental cumanés, le permite elaborar el Tratado de Armisticio y Regularización de la Guerra en 1820, permitiendo el encuentro de los dos jefes del ejército venezolano y el español. Este documento es hoy referencia para los acuerdos, normas y leyes de defensa de los derechos humanos a nivel mundial.
El libertador, selecciona el plan estratégico hecho por Antonio José de Sucre, que se aplicó en la batalla de Carabobo para lograr la libertad de la República de Venezuela y la derrota al oficial español Miguel de la Torre el 24 de junio de 1821, aplicando la táctica distractora para dividir al ejército español. Esta tarea la realiza José Francisco Bermúdez, que logra ser perseguido por un batallón español hasta la ciudad de Caracas, debilitando las fuerzas anti patriotas en Carabobo, facilitando la victoria de las fuerzas dirigidas por Simón Bolívar. Aunque Antonio José de Sucre no participa en la batalla mencionada, es el autor intelectual de la victoria ante el imperio español.
Siendo general de brigada a los 29 años, Sucre triunfa en la batalla de pichincha el 24 de mayo de 1822, liberando a Ecuador. Alcanza su máxima gloria en Ayacucho batalla que le da fin al dominio español en América, derrotando al virrey La serna, al que Antonio José de Sucre le devuelve su espada estando en condición de prisionero de guerra de los patriotas, diciéndole: "honor al vencido, gloria al vencedor". A raíz de este triunfo el Congreso del Perú le otorga a Sucre el grado de General en Jefe y el Congreso de Colombia lo asciende al de Gran Mariscal de Ayacucho.
En el alto Perú, Antonio José de Sucre convoca a una Asamblea general y se crea la República de Bolivia el 6 de agosto de 1825, fue su primer Presidente hasta el 18 de abril de 1828, cuando renuncia por las conspiraciones y golpe de Estado en su contra, de donde sale herido en un brazo, por los golpistas, en el intento de asesinarlo.
En 1829, Sucre obtiene el triunfo en Tarqui junto al general Juan José Flores a quien asciende de grado, esta batalla se produce entre los mismos patriotas que ahora se dividen en bolivarianos y anti bolivarianos, Colombianos y anti Colombia, que era el nombre de la gran patria latinoamericana. La lucha interna por el poder empezaba a tomar espacios y a dividir lo que ya estaba unido con gran esfuerzo y derramamiento de sangre.
El desenlace fatal de las diferencias políticas por las distintas visiones y aplicación de medidas para los países liberados y el odio a Simón Bolívar, se concreta en el asesinato premeditado y alevoso al Gran Mariscal de Ayacucho en la selva de Berruecos el 4 de junio de 1830, cuando este marchaba a reunirse con su esposa María Carcelén (Marquesa de Solanda) y su hija Teresita. Aún no se ha esclarecido completamente sobre los autores intelectuales del vil magnicidio contra el cumanés, héroe americano Antonio José de Sucre. Entre los acusados están el General Francisco de Paula Santander, José María Obando y Juan José Flores (venezolano y Presidente del Ecuador, para el momento de la muerte de Sucre), entre otros.
El único sentenciado y fusilado como autor material del cruel asesinato es el venezolano Apolinar Morillo, condenado y fusilado luego de diez años del atroz acto criminal contra "el Abel de la América", como lo denominó Simón Bolívar al conocer de la muerte del Mariscal que contribuyó a acelerar la suya ese mismo año, pero el 17 de diciembre de 1830 en la población de Santa Martha, Colombia, abandonado por la mayoría de sus compañeros de armas.
fuentes:
BADARACCO, Ramón. SUCRE, MITO Y SANTIDAD. Edit. Industria gráfica Oriental. Año 2005. Cumaná – Estado Sucre.
Revista Memorias de Venezuela. Año 2008. Nº 04. Pag. 06
GÓMEZ, José M. LA GUERRA DE INDEPENDENCIA EN EL ORIENTE. Edit. Impresos oriente. 1991. Cumaná – Estado Sucre.
GARCÌA, Luis. CUMANÁ HISTORIA INCREIBLE. Edit. Gráficas tao. Año 2000. Caracas- Venezuela
IRISAMI, José. HISTORIA CRÍTICA DEL ASESINATO DEL DEL GRAN MARISCAL DE AYACUCHO. Casa de las Américas. 1964.