Pasado, presente y futuro

La guerra comienza en casa

No hay un terreno en específico donde deba librarse la guerra entre el capitalismo y el socialismo. Los frentes de batalla son muchísimos, y cada luchador social, cada revolucionario comprometido, a lo largo de nuestras vidas tendremos que abrir un indeterminado número de trincheras porque en cada paso que demos nos encontraremos frente a frente con ese enemigo de la humanidad.

Por lo general, nuestro hogar es uno de esos múltiples frentes. Es aquí donde comienzan a reproducirse consciente o inconscientemente los vicios de ese sistema capitalista que más tarde depredará (si lo permitimos) la personalidad de muchos de nuestros familiares.

Para ello el enemigo cuenta con una artillería brutal que bombardea incesantemente. La televisión, el internet, la prensa escrita, en fin, todo ese monstruoso aparato comunicacional que ostentan los dueños del gran capital, deforman, ablandan y manipulan la conciencia de muchos de nuestros familiares; lo cual suele ser reforzado en la escuela, la iglesia, el parque, la plaza, etc., es decir, en cada espacio en que se reúna la gente.

Hoy día, producto de esta guerra económica a la cual hemos sido sometidos, fortalecida con la burda y sucia guerra comunicacional, nos ha tocado librar en casa una contienda a enorme escala. Nos ha tocado tener que combatir comunicacionalmente los conceptos que el enemigo trata de acuñar en las mentes de nuestros seres queridos.

No es cosa fácil desmentir todas esas atrocidades que dicen los medios. Tampoco es cosa fácil tratar de "ocultar el sol con un dedo". La situación política, económica y social en nuestro país está crítica, de hecho muy crítica. Sin embargo, es un deber de todo revolucionario decir siempre la verdad, y por consiguiente, estamos obligados a hablarles a nuestras familias, con claridad, de aquellos que son los únicos responsables de que en este momento estemos en estas circunstancias.

Es un deber hacer énfasis en que no es cuestión de modelo, de paradigma, tal y como lo hace ver la burguesía parasitaria. Por consiguiente, nuestra obligación es explicarles que la situación actual es producto de la extrema codicia de algunos sujetos (con nombres y apellidos) cuyas acciones fueron guiadas por los hilos que mueven la lógica capitalista.

Hay que explicarles que el capitalismo se ocultará detrás muchas caretas a fin de lograr sus fines. Y también, que el único aliado con el que contamos y que es capaz de destruirlo es el socialismo, y que por tanto, la Comuna productiva es nuestra mejor arma.



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Héctor Abache

Escritor. Trabajador socio-comunitario.

 hectorabache@gmail.com

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