La renta petrolera ha sido sin dudas el motor de la economía venezolana. Un proceso de intercambio comercial desigual con Estados Unidos y países pobres del Caribe que no generan desarrollo al país que ha estado anclado desde hace más de cien años al modelo mono productivo. Los distintos gobiernos desde comienzos del siglo XX, sólo consolidaron un grupo de familias de gran poder económico y políticos convertidos en empresarios parásitos del Estado.
Venezuela sigue siendo una nación dependiente y consumidora, sus tierras fértiles fueron abandonadas por la fiebre del oro negro, los puertos se convirtieron en proveedores de alimentos y demás bienes para la vida, las deudas crecen irónicamente, en plena abundancia de divisas por el precio del barril de petróleo.
La realidad de falta de recursos financieros y renegociación de la deuda en el exterior ha sido una constante en el devenir del tiempo. La confianza depositada por el pueblo en sus dirigentes no satisface las expectativas de progreso de la ciudadanía hoy más empobrecida y menos esperanzada.
Sufrimos las consecuencias de un capitalismo intacto, rejuvenecido en las neuronas de las viejas y nuevas generaciones, haciendo guerras en zonas estratégicas de la geopolítica mundial. Se necesita aplicar políticas de redención social basada en un estado de derecho y de justicia. La confrontación con los industriales se concretó en una realidad donde Venezuela no tiene base productiva para sostener la estructura económica. Es imposible una sociedad con igualdad si la distribución de la riqueza sigue siendo dirigida al mercado fundamentalmente.
La escasez de alimentos, inflación, especulación, corrupción, se magnificó de tal manera, que la guerra económica está transformada en un amasijo depredador social, es un escenario peor que los saqueos de 1989 en el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, ahora los bachaqueros son la inclusión de los pobres en el vaivén del mercado, donde reciben sus cuotas de poder.
La salida a la crisis galopante, indiscutiblemente está en diversificar la producción, incentivar la dinámica de trabajo en el campo, allí donde se puede cultivar, producir ganadería, proveer de alimentación a Venezuela.