De
Bush y de Cabeza de Motor; de los escuálidos y de los lacayos; de los
burócratas y corruptos; así como de los tránsfuga a lo interno del
chavismo, lo mínimo que podemos esperar son conspiraciones dirigidas al
fracaso de una caminata de lucha que apenas comienza, sin embargo lo
que no debemos aceptar es que seamos voceros de la desmoralización.
Esta prohibido que ante la bandada de adequismo disfrazado de chavismo,
con su tiovivo de oportunismos, corruptelas y desidias nos convirtamos
en portadores del desaliento.
Si
para otros países, realizar sus sueños libertarios acarrea tortura,
muertos y desaparecidos (véase Irak), el nuestro apenas demanda -en
esta hora precisa- un digno esfuerzo: Sumarnos a las expectativas de
este pueblo y al liderazgo del Presidente, transformándonos en un muro
de contención, ofensiva y ejemplo en la lucha contra el fascismo
yanqui, el chavismo sin Chávez y la desesperanza impuesta por los
quinta columna en el seno del proceso.
¡SOLO EL PUEBLO SALVA EL PUEBLO!