Al término de su periplo gubernamental,quepodría ser en el 2014, 2021 o 2030, fechas que, indistintamente y por razones que no logro entender, menciona Hugo Chávez Frías, el líder revolucionario se retirará a un destino por demás modesto.
El asunto se ha convertido en tema habitual de los discursos en los que el mandatario describe sus futuras labores. Tal vez opte por ser entrenador deportivo o mánager de un equipo de beisbol infantil donde los párvulos reciban consejos sobre las diversas estrategias para lograr un triple play con el cuadro cerrado.
Quizás les enseñe a robarse la segunda base mediante el sacrificio de algún jugador que, comoen la política, son desechables cuando la ocasión requiere asegurar un triunfo.
Una de las evocaciones más conmovedoras es la de Hugo Chávez, desprendido de los arreos del poder, marchandohacia el cajón del Arauca, donde atenderá un fundo zamorano.
Allá, en los momentos de reposo, se recostará en un chinchorro para hacer reminiscencias encompañíade amigosycompañeros de labores.
Otra alternativa igualmente tierna consiste enimaginarlo dedicado a la enseñanza en uncentro de estudios provinciano, posiblemente una escuela bolivariana.
El único problema sería que las clases duraran tanto como sus discursos televisados y radiodifundidos.
Enfin, los esbozos que hace el presidente Chávez permiten suponerun destinocomoel de Mahatma Gandhi, con la diferencia de que no usará el taparrabos que lucía el respetado estadista y su dieta será más variada que la del anacoreta hindú.
No albergo dudas sobre el voto de pobreza que practica Hugo Chávez en solidaridad con los desposeídos. Sin embargo creo que peca de inocente al pensar que su jubilación será tan sencilla como imagina.
Por una parte deberá cargar con un regimiento de “guardias de corps”, máxime si se adentra en regiones donde las “autodefensas” colombianas entran como río en conuco.
Por la otra deberá aceptar invitaciones a granel para disertar en universidades y foros extranjeros.
Sus sitios de descanso serán butacas de lujo en los vuelos internacionales.
Lamentablemente su deseo de ser pobre, o vivircomotal, será difícil de complacer. En todo caso, eso será después del 2030, cuando en Venezuela la pobreza sea tan desconocida como los adecos o el cólera.
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