Practicismo, disfraz de materialismo

"El pueblo venezolano corre hoy a una cita con la historia; tendrá que elegir, tendrá que optar, tendrá que poner en juego su atrofiada capacidad conceptual para decidir ante las múltiples incitaciones que surgen hoy con la terrible prisa de cobrar la factura del tiempo perdido… Pero antes hay que liberar la mente de perjuicios y conceptos aherrojantes. Se impone la dolorosas antocirujía del desmontaje." Los "rojo-rojitos" se han dedicado a ocultar la cara oculta, el precio, en sangre, sufrimiento, corrupción, esterilidad intelectual y moral que ha sufrido el pueblo por el fracaso histórico del sistema político que dijo representarlo.

Tenemos democracia pero no tiene densidad alguna. Las elecciones que conocemos en estos tres últimos años, marcan el límite de lo que podemos escoger, y el lema una vez más repetido no puedes sino ser: "Vota y no te metas en política" y la política deja de ser conflicto para entenderse como un ámbito técnico donde los "expertos" en contraran soluciones. El Estado es la máquina más perfecta de conseguir obediencia. La pregunta más relevante de la ciencia política es precisamente ésa: ¿Por qué obedecemos? La servidumbre voluntaria, es en la costumbre donde hay que buscar la clave de por qué una única persona puede mandar sobre todo un país.

La posdemocracia socialista puede entenderse de esto, el abandono de las actitudes excelsamente respetuosas hacia el gobierno, en particular en el trato dispensado a los políticos por los medios de comunicación; la insistencia en una apertura total por parte del gobierno; y la reducción de los políticos a una figura más parecida a la de un tendero que a la de un gobernante, siempre tratando de adivinar los "pedos de los clientes" para mantener a flote el negocio.

¡Hay que robar, lo más posible, en todos los órdenes, al menor trabajo, y luego que desfallezca en pueblo al pie de la monumental torre de Babel, de recuerdos de mundana gloria, de historia! ¡Y, sobre todo, meter mucho ruido, que no se oigan las aguas profundas de las entrañas insondables del espíritu, la voz de la Eternidad!

—Señor Presidente: ¿Dónde están escondidos los 300.000 millones de dólares? Los grupos que componen el tren de su gobierno, nada saben de los riales: son analfabetos y ladrones, saquearon el país, vivieron y comieron.

No tenemos medicinas, "no existen en ninguna parte", tampoco la comida, el salario no llega para comprar leche y mucho menos café. (Bs 1200 de un ¼) ¿Qué hará usted, Sr. Presidente?

¡Chávez Vive, la Lucha sigue!



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Manuel Taibo


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