El reto que el típico personaje político opositor, con serias cuentas con la justicia venezolana y más conocido por lo que el vulgo ha dado en llamar capriladas, gazapos que tienen que ver con desconocimiento de nuestra geografía, de nuestro folclore, de las fechas patrias etc., y además de no querer demostrar que en verdad cumplió con los requisitos que le permitan autodenominarse abogado de la República, entre muchas otras razones que dan pie para que cada vez sea menor la credibilidad que inspira, le ha lanzado a Jorge Rodríguez y que consiste en someterse a una prueba antidoping y por cadena nacional, ha servido para que muchos venezolanos que no nos chupamos el dedo, salgamos a responderle, que a estas alturas y con los avances de la ciencia o mejor de lo que podríamos llamar “contra ciencia” que le ha permitido a muchos burlar por ejemplo la prueba del polígrafo, también ha encontrado la forma para que un consumidor de estupefacientes pueda salir limpio.
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Ahora bien, en los últimos días han tenido relevancia declaraciones del funcionario a quien le tocó actuar cuando el personaje en cuestión realizaba actos reñidos con la moral y buenas costumbre en la vía pública. El pueblo venezolano sabe la persecución laboral y familiar a la que fue sometido dicho funcionario, por cumplir con su deber y además resistirse al soborno que el personaje intentó para que pasara por alto la obligación que tenia de cumplir con su deber; bien sabemos que ante las valientes declaraciones del funcionario, nada ha dicho en su descargo, sino que calla y por lo tanto otorga.
Todo ello, más las famosas fiestas rosa que fueron develadas en instalaciones oficiales de la gobernación de Miranda, organizadas por uno de sus colaboradores de confianza, hoy prófugo de la justicia, por obligación introducen un interrogante en quienes amamos esta Patria y queremos para ella lo mejor y dentro de ello que quien nos gobierne se una persona con el más alto grado de dignidad, de conducta intachable y cónsona con la hermosa historia que nos legaron nuestros Libertadores.
Es inexplicable que alguien aspire a dirigir un país desde el más alto cargo de la Nación, con antecedentes como los que a estas alturas del partido deberían, si es que no existen en su vida política, ser aclarados, eso sí con pruebas en la mano para que no quede ningún género de dudas.
Por ello y como Jorge Rodríguez debe, con toda seguridad, estar enterado de la información que se desprende de lo que el buscador Google nos aporta, a través del link que aquí anexo, va a responderle cómo y bajo qué circunstancias de tiempo y lugar se podría practicar el referido examen que, yo opino debería extenderse a muchos de los que conforman el círculo que rodea al susodicho personaje.
