Rentismo, crítica y crisis

Aceptar la gravedad de la situación económica y asumir la crisis desde el gobierno, permitirá recuperar la confianza e interpretar con objetividad el momento histórico actual. Juzgar de apátridas y traidores a los militantes del PSUV que están descontentos y reclaman mejoras, es un error político.

La crítica es parte de los procesos. Es necesaria y puede encender luces en la obscuridad. Las enrevesadas y complejas situaciones que se presentan en la sociedad son inevitables especialmente cuando hay un cambio de poder y de modelo económico. Los errores no combatidos a tiempo, seguirán cometiéndose. Debatir en medio del tremedal, fortalece el espíritu y permite mirar lo real en el panorama surgido desde la desaparición del Comandante Hugo Chávez. La pérdida de más de un millón de votos en las elecciones presidenciales del 2013 y la derrota electoral del seis de diciembre de 2015, no deben soslayarse.

Hacer propuestas sin reconocer la asfixiante realidad por la alta inflación, escasez y corrupción, es liberar de culpas a los funcionarios ineficientes y oportunistas, causantes de los males profundos que afectan a la sociedad venezolana. El ejecutivo nacional habla de guerra económica, obviando que la falta de divisas por la baja del precio del petróleo, es indicativo de una dependencia del rentismo del que ha vivido nuestro país en más cien años.

Las condiciones mencionadas anteriormente, abren una vía para la derecha; ya en Argentina y Brasil, la oposición avanza, debilitando el proceso bolivariano. ¿Cuál es la falla? ¿Se pueden seguir aplicando las mismas políticas?

El desfase entre la teoría y la práctica, debilitan la gestión del Presidente Maduro. Democratizar al PSUV, es elegir nuevos directivos, restituir la unión con el pueblo, rehacer la vinculación con los vecinos, vivir el sufrimiento que la mayoría vive.

No es retórica. Mantener el poder en estos momentos implica aceptar medirse con los adversarios y en las peores condiciones. El gobierno bolivariano tiene necesariamente que rectificar sus políticas. Parece que el ajuste de precios es ya un pacto con los sectores empresariales, pues los aumentos no se detienen. El vaivén del mercado, obliga a los pequeños productores, agricultores, a pedir más por sus productos.

Se debe redefinir la economía en venezuela y adaptarla al nuevo escenario mundial, ante la debacle del capitalismo. Volver a la tierra y no depender de la renta siempre ha sido la clave, pero desafortunadamente, en la cuarta república y en la V, se optó por la decisión más rápida para solucionar la demanda de alimentos: Los puertos siguieron siendo los campos agrícolas, pensando en una eterna y fácil obtención de recursos: el comercio petrolero.



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Orlando Balbás

Prof. en Ciencias Sociales. Magister en gerencia educativa. Jubilado del MPPE.

 orlandobalbas27@gmail.com      @orlandobalbas

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