Mercado de las ideas

Fue en Chile –el epicentro experimento de Chicago– donde la derrota en la batalla de las ideas se hizo más evidente. En las históricas elecciones chilenas de 1970 el país se había desplazado tan a la izquierda que, sin excepción, los tres principales partidos políticos estaban a favor de nacionalizar la principal fuente de dividendos del país: las minas de cobre controladas por grandes empresas mineras estadounidenses. En otras palabras, el Proyecto Chile había sido un fracaso muy caro. Como combatientes ideológicos que libran una pacífica batalla de ideas con sus enemigos de la izquierda, los Chicago Boys habían fracasado completamente en su misión. No sólo el debate económico seguida derivando más y más a la izquierda, sino que los Chicago Boys eran tan poco importantes que ni siquiera se les tenía en cuenta en ninguna franja del abanico electoral chileno.

Todo podría haber acabado aquí, con el Proyecto Chile convertido sólo en una nota a pie de página sin importancia de la Historia, pero sucedió algo que rescató de la oscuridad a los Chicago Boys. Richard Nixon fue elegido presidente de Estados Unidos. Nixon "tenía una política exterior creativa y, en general, bastante efectiva", dijo con entusiasmo Friedman. Y en ninguna parte fue más creativa que en Chile.

Fue Nixon quien les daría a los Chicagos Boys y a sus profesores algo con lo que siempre habían soñado: una oportunidad de demostrar que su utopía capitalista era más que una teoría de un taller académico de un sótano, una oportunidad para rehacer un país desde cero. La democracia había sido poco hospitalaria con los Chicago Boys en Chile; la dictadura se demostraría mucho más acogedora.

En cuanto Allende ganó las elecciones, e incluso antes de que jurara el cargo, las empresas estadounidenses le declararon la guerra a su administración. El centro de esta actividad fue el Comité AdHoc de Chile, con sede en Washington y formado por las principales empresas mineras estadounidenses con propiedades en Chile, así como por la empresa que, de hecho, lideraba el comité, International Telephone en Telegraph Company (ITT), que poseía el 70% de la compañía Telefónica Chilena, que pronto iba a nacionalizarse. Purina, Bank of América y Pfizer Chemical también enviaron delegados al comité en varias fases de su existencia.

El único propósito del comité era obligar a Allende a desistir de su campaña de nacionalizaciones "enfrentándole con el colapso económico". Tenían muchas ideas sobre cómo causar dolor a Allende. Según las actas de las reuniones que se han hecho públicas, las empresas planeaban bloquear los créditos estadounidenses a Chile y "discretamente, hacer que los grandes Bancos Privados de Estados Unidos hicieran lo mismo. Conferenciar con bancos extranjeros con el mismo objetivo. Evitar comprar productos a Chile durante los próximos seis meses. Utilizar la reserva de cobre de Estados Unidos en lugar de comprar cobre chileno. Provocar una escasez de Dólares en Chile". Nixon que contenía una petición clara de un golpe de Estado: "contacten con fuentes fiables dentro del ejército chileno", decía, "alimenten y planifiquen su descontento con Allende y luego propongan la necesidad de apartarlo del poder".

Con Allende muerto, su gabinete cautivo y sin indicios de que fuera a haber resistencia popular, la gran batalla de la Junta Militar había terminado a media tarde dentro del Estado nacional, la muerte reemplazó al futbol como espectáculo público. Los soldados paseaban entre las gradas al son acompañados de colaboradores encapuchados que señalaban a los "subversivos" entre los detenidos; los seleccionados eran enviados a los vestuarios o a los palcos, transformados en improvisadas cámaras de torturas. Cientos fueron ejecutados. Cuerpos sin vida empezaron a aparecer en las cunetas de las principales carreteras o flotando en mugrientes canales urbanos.

Como todas las fes fundalistas, la economía de la Escuela de Chicago es, para los verdaderos creyentes, un sistema cerrado. La premisa inicial es que el libre mercado es un sistema "científico" perfecto, un sistema en el individuo, siguiendo sus propios intereses, crean el máximo beneficio para todos. Se sigue ineluctablemente que si a algo no funciona en una economía de libre mercado –alta inflación o desempleo– tiene que ser porque el mercado no es auténticamente libre. Tiene que haber alguna distorsión del sistema. La solución de Chicago es siempre la misma: aplicar de forma más estricta y completa los fundamentos del libre mercado.

¡Gringos Go Home! ¡Pa’fuera tús sucias pezuñas asesinas de la América de Bolívar, de Martí, de Fidel y de Chávez!

¡Chávez Vive, la Lucha sigue!



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Manuel Taibo


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