Las medidas puestas en práctica para combatir enérgicamente los trastornos padecidos en la actividad económica, no han sido suficientes para conjurar el peligro de la crisis, pues existe la evidente contradicción de que mientras se frena la actividad crediticia de los institutos especializados, continúa el torrente de los gastos públicos perpetuando un estado inflacionario en las finanzas oficiales en contradicción a los violentos efectos deflacionarios de la iniciativa privada, y lejos de variar los precios éstos suben y se multiplica el costo de la vida así como el desempleo, porque ni el atractivo del alza del interés estimula las inversiones cuyas disponibilidades continúan ocultas, frente a la inestabilidad monetaria proveniente del contrasentido de gastarse mucho más de lo que se tiene.
Las repercusiones de esta situación que cada vez son más profundas, tendrían un efectivo paliativo en las operaciones de mercado abierto. Esto parece ser lo más recomendable al considerar que tanto el circulante como la moneda de curso legal se traducen en el crédito bancario cuya restricción mantenida más allá de lo indispensable, produciría a la postre un colapso financiero.
La causa principal es la carencia de dinero y las urgencias son solucionadas a base de la aceptación de la demanda en la forma como ésta quiera imponer su ventaja. Ante una oferta creciente que proviene del comercio y de la industria ya que el crédito ha sido restringido, los niveles ceden constantemente, dándose el caso que han sido rebasados en la mayoría de los renglones por debajo de la paridad.
Nuestros recursos son aún valiosísimos pero las luchas políticas se desarrollan con tal carácter polémico que detienen la acción constructiva y permiten a la oligarquía golpear impunemente la estabilidad financiera.
De un modo insensato la política se adueñó de las mayores energías del pueblo y surgieron las intransigencias y sectarismos hasta anular la buena voluntad del país, y se ha perfeccionado en la trastienda la conspiración financiera y social. Los que se consideraron afectados por las reformas escondieron sus recursos monetarios; los que presumieron los inconvenientes, convirtieron sus fortunas en divisas y las ocultaron en paraísos fiscales; los teorizantes, sin embargo, continuaron creyendo que sus novedades serían una realidad con el sólo hecho de anunciarlas y agravaron las circunstancias al escoger el apresurado camino de las innovaciones en el orden económico y con sus imprudencias colmaron la medida con la legislación relativa a las inversiones extranjeras, alquileres e impuestos en general.
¡Maravilla! La ministra de la Salud afirma que hay medicinas para curar a los enfermos. Tengo Parkinson; (Madopar o Sinemet). Estos medicamentos no los consigo en ninguna parte. Tampoco antialérgicos. Sra. Ministra, Ud. está enterada que los medicamentos los bachacos los están llevando a Colombiagranadina.
¡Chávez Vive, la Lucha sigue!