Seria redundante, volver a contar lo que Almagro pretendió contra Venezuela, desde la OEA. Por él, Pepe Mujica metió las manos en la candela y se le quemaron cuando sus comentarios sobre "Maduro está loco como una cabra" repercutieron en una gran cantidad de personas, en nuestro país y en el mundo. En Aporrea, muchos colaboradores dieron sus opiniones, respecto a tales comentarios.
Resulta que, después de los acontecimientos y los resultados de la reunión extraordinaria de la OEA, en donde se intentaría aplicar la Carta democrática a Venezuela por iniciativa de Almagro, la mayoría de los embajadores coincidieron en que son los propios países los que deben dirimir sus diferencias internas a través del diálogo.
Imagino que Mujica, digo yo, después de esos resultados, debió "quedar con sus manos calcinadas o hechas chicharrón", cuando a Almagro, no se le apoya las malas intenciones que tuvo en ese momento y que de seguro aun las mantiene y, creo que, con más fuerza en contra de nuestro país. Esa espina queda y debe seguir intentando lo que, a lo mejor, de manera subjetiva representa un reto para él.
Por cierto, dos días más tarde, desde La Paz, Bolivia, en noticia referida en Aporrea el día 3 de junio, Mujica señala: "Confío mucho más en Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) que en la OEA porque la presión de Estados Unidos dentro de la OEA es bastante insoportable y es mucho más lo que puede hacer Unasur", dijo Mujica tras ser consultado sobre la posibilidad de que se aplique la Carta Democrática de la OEA a Venezuela". Parece a mí entender una forma de excusar a Almagro por su fallo en el intento. ¿Qué hubiese dicho, si tiene éxito?
Desde entonces, y por poco tiempo no se tuvo más conocimiento de Almagro y Pepe. Pero tuvo que suceder un hecho deportivo, histórico para Venezuela en el cual de alguna manera, los citados personajes, nuevamente, aparecen en nuestros pensamientos. ¡Como así! Diría un hermano colombiano.
El día jueves 9 de junio, el equipo de futbol venezolano, la vinotinto, en el marco de la Copa América Centenaria, que se celebra en los Estados Unidos, se enfrentó al equipo de Uruguay al cual venció 1 por 0; esto representa para Venezuela, según los comentaristas de la tv, la primera vez, que derrota a Uruguay en una copa América. Allí radica lo histórico. Pero, también fue histórico el triunfo que Venezuela obtuvo en la OEA, y lo casual es que existen elementos comunes para el análisis: Almagro y Pepe son uruguayos.
Se puede decir que los triunfos fueron inobjetables, tanto desde lo diplomático como en lo deportivo. Por un lado, la calidad de nuestra diplomacia en la OEA y, por el otro, un equipo vinotinto con un despliegue de un futbol de calidad, hizo posible una gran victoria para Venezuela. Creo que, son dos derrotas que Almagro, no olvidará jamás.
Ese espacio de tiempo, entre el 31 de mayo y el 9 de junio de 2016, será recordado por Almagro como el peor de su vida política y como fanático del futbol de su país. En ese caso, para Almagro, ni cartas, ni goles. Pero, ¡Que viva el pueblo uruguayo y su aguerrida selección de futbol!
