A la gloriosa Fuerza Armada Nacional Bolivariana…

No tengo duda que nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) es tan diversa y compleja como nuestra sociedad venezolana. En este marco, es imprescindible comprender, que, así como hay sectores corruptos, existes sectores honestos, y son la mayoría, que padecen día a día el dilema de la crisis que debemos sortear todos por igual.

Esa FANB que siente hoy frustración por los sueños no consumados de una sociedad más justa, y que vivió junto a Chávez la esperanza de poder avanzar en algo hacia un desarrollo sustentable, y que hoy ve desmoronada esa esperanza, bien porque se cometieron muchos errores en esa gestión, o porque en la gestión del presidente Maduro no sólo se han profundizado estos dilemas, al punto de conducir a la FANB a que sea una fuerza represora de la gran presión social a la que nos tiene sometido el mal gobierno, por las malas políticas económicas y acciones autoritarias que desdicen de la vocación de la Nueva Doctrina Militar Bolivariana, nuestro llamado es a la suprema unidad nacional de los iguales, que hoy y siempre seremos mayoría.

Tu soldado, del rango que sea, hijo de María o Isabel, si eres honesto, como la mayoría, eres parte de ese 99% que hoy trata de vivir de su trabajo y no puede, porque menos del 1% se han robado el futuro del país durante toda la vida democrática, tanto de la llamada "Cuarta" como de la "Quinta" República. Los que no somos cómplices, ni deseamos serlo, debemos desmoronar la barrera entre lo militar y lo civil para avanzar en un nuevo espacio y tiempo hacia una sociedad de igualdad de condiciones e igualdad de oportunidades para el desarrollo colectivo e individual, que hoy no sólo se ve truncado, sino frustrado por el gobierno de los peores.

La esperanza de la construcción del socialismo, para quienes creemos en esa alternativa, fundamentalmente pregonado por Hugo Chávez y en general para aquellos que luchas por un "Estado Social de Derecho y de Justicia" que nos juramos todos en el proceso constituyente de 1999, pasa por una sociedad de valores y principios sólidos, y hoy, un sector civil y militar corrupto, nos arrebata el derecho a que eso sea real y concreto.

No estoy llamando a una rebelión de armas, no creo ni he creído nunca en soluciones pretorianas, la historia así lo ha demostrado, incluso con el mismo Chávez. Pero lo que sí creo es en la unidad cívico-militar de una sociedad para ejercer la contraloría social y territorial de nuestra soberanía, y eso sí creo que hoy, como ayer, está en juego, y no ha habido un cambio sustancial, menos aun cuando el Arco Minero es una de las principales políticas del gobierno de Maduro.

Revalorizar éticamente a la FANB, incluir sus razones y sus luchas honestas como nuestras, como las de todos, es hoy una necesidad fundamental, así como denunciar también la corrupción y el daño de la imagen institucional que unos, muy pocos, sin ideología, pero pintados de colores, hacen a la institución de mayor tradición de nuestro país.

Imposible utilizar las armas en contra del pueblo, está prohibido soldado venezolano, las armas son del pueblo, y ustedes tienen el deber sagrado de garantizarlo, no al contrario, y ante cualquier orden contraria al principio constitucional, su deber deberá ser la rebelión, de eso no tengo duda.

Sumar, nunca restas, y al enemigo neutralizar debe ser nuestra divisa.



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Nicmer Evans

Director de Visor 360 Consultores, una piedrita en el zapato, "Guerrero del Teclado", Politólogo, M.Sc. en Psicología Social.

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