Unos que acompañaron al ex presidente Hugo Chávez, ahora tienen un discurso semejante al de los opositores en la Asamblea Nacional, sobre la necesidad de atender los derechos de alimentación y salud, como de realizar el referéndum revocatorio este año para, según ellos, respetar la Constitución, aunque rechazan la Mesa de Unidad Democrática, pero olvidan lo siguiente.
Es innegable que por razones políticas se han atacado los sectores alimenticio y farmacéutico. Algunas pruebas son: la Polar ha bajado la producción en momentos claves como el anuncio de la enfermedad y la desaparición física del ex presidente Chávez; los laboratorios como Pfizer, aunque recibieron divisas, dejaron de producir medicamentos de mayor demanda en la población venezolana; y la distribución de alimentos ha sido alterada, ya he dicho cómo.
Para contrarrestar lo anterior, el Gobierno nacional ha dado respuesta mediante los Comités de Abastecimiento Local; operativos para arrestar a bachaqueros y especuladores; y la apertura al mercado venezolano de inversores para producir comestibles y medicinas.
Por su lado, a pesar del desabastecimiento inducido por grupos opositores para generar descontento popular, la derecha internacional y nacional ha promovido la matriz de crisis humanitaria, una versión de violación de derechos humanos, preparando el terrero para una invasión militar por parte de los EEUU.
Del mismo modo, la opción del referéndum no fue activada a tiempo por los parlamentarios de la Mesa de Unidad Democrática, porque ellos jugaban a la salida en 6 meses del mandatario nacional por vía inconstitucional, siguiendo el guión del Jefe del Comando Sur.
En resumen, aunque digan lo contrario, los disidentes están del lado de quienes buscan entregar la soberanía, derecho irrenunciable, según nuestra Carta Magna; y favorecer el imperialismo, una vez que niegan el pensamiento emancipador de Bolívar.