Recientemente, Jaime Bayly, JB, entrevistó a Rafael Poleo, RP. La entrevista terminó con la suspensión del programa en "vivo". Para algunos esto es tan solo un show. Algo probable: JB necesita aumentar su rating, aunque sea de esta manera. RP, quizá, busca ser noticia. La entrevista reflejó lo que mueve a cada uno.
JB se ha caracterizado por sus comentarios fascistas, como justificar la invasión por parte de Estados Unidos a Panamá en 1989, en la cual murieron 4.000 personas, para derrocar al militar Manuel Antonio Noriega. Sobre esto, el escritor Julio Yao, según reportaje de TeleSur, publicó documentos como el Memorándum Secreto-Sensitivo del Consejo de Seguridad Nacional. Ahí se refiere que el verdadero objetivo de la invasión era "una base legítima para abrogar los Tratados Torrijos-Carter", lo que se traduce en el control del Canal de Panamá por parte de Estados Unidos. Lo más nefasto es que JB propone eso para Venezuela, la violación de su espacio territorial.
Por otra parte, RP quien, en Twitter, dijo que JB tuvo que suspender el programa porque no le funcionó el factor sorpresa, se mostró mucho más lúcido que aquel. Reconoció que EEUU es un imperio, lo cual molestó a su interlocutor. También RP justificó la política imperial estadounidense: los imperios no son malos, dijo, mientras afirmaba que los gringos querían "negociar" con Venezuela. Y contrariamente a lo esperado, calificó a Jorge Rodríguez de culto, de ser buen negociante, y hasta mostró confianza en el diálogo del gobierno con la oposición.
En definitiva, los dos son fachos, JB evidentemente necio: pretende justificar una intervención militar en territorio venezolano; RP sosegado y capaz de persuadir de tener buenas intenciones, pero igualmente en contra del respeto de la soberanía, soñando con que volvamos a los tiempos cuarto republicanos, de petróleo regalado y servilismo al gobierno imperial.