La agonía del Cristianismo

"El cristianismo es un valor del espíritu universal que tiene sus raíces en lo más íntimo de la individualidad humana. Los jesuitas dicen que con él se trata de resolver el negocio de nuestra salvación individual y personal; y aunque sean los jesuitas quienes principalmente lo digan, tratándolo como un problema de economía a lo divino, hemos de aceptarlo aquí como un postulado previo".

Siendo un problema estrictamente individual, y por ello universal, nos vemos forzados a exponer brevemente las circunstancias de índole personal privada en que este escrito que te ofrecemos, lector, ha sido emprendido.

Aquí, en esta Venezuela, atiborrada toda ella de historia, de vida social y civil, y donde es casi imposible refugiarse en algún rincón anterior a la Historia y que, por tanto, haya de sobrevivirla. "Yo soy el camino, la verdad y la vida". Cristo que llena el tímpano aquella sentencia, en griego, que dice: "Yo soy el camino, la verdad y la vida", volví a sentarme en un banco de la plaza y pensé —soñé más bien— si el camino y la vida son la misma cosa que la verdad, si no habrá contradicción entre la verdad y la vida pensar en la agonía, si la verdad no es que mata y la vida nos mantiene en el engaño. Y esto nos hizo pensar en la agonía del cristianismo, en la agonía del cristianismo en sí mismo y en cada uno de nosotros. Aunque ¿se da acaso el cristianismo fuera de cada uno de nosotros?

Y aquí estriba la tragedia. Porque la verdad es algo colectivo, social, hasta civil; verdadero es aquello en que convenimos y con que nos entendemos. Y el cristianismo es algo individual e incomunicable: Y he aquí por que agoniza en cada uno de nosotros.

Y sí esto es la vida física por corporal, la vida psíquica o espiritual es, a su vez, una lucha contra el eterno olvido, Y contra la Historia. Porque la Historia, que es el pensamiento de Dios en la tierra de los hombres, carece de última finalidad humana, camina al olvido, a la inconciencia. Y todo el esfuerzo del hombre es dar finalidad humana a la Historia, finalidad sobrehumana, que diría Nietzsche, que fue el gran soñador del absurdo: el cristianismo social.

Agonía, quiere decir lucha. Agoniza el que vive luchando, luchando contra la vida misma. Y contra la muerte. Es la jaculatoria de Santa Teresa de Jesús: "Muero porque no muero."

¡Chávez Vive, la Lucha sigue!



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Manuel Taibo


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