Hoy como ayer

La CIA está formando un proceso a los países progresistas y, se nos declara fuera de la ley y dentro del Código penal; se nos perseguirá hasta el exterminio, a fin de que esta justa y "culta sociedad" (gringa) viva y los privilegiados puedan gozar tranquilamente de las capacidades llevadas a cabo con los infelices trabajadores.

Se nos dice que somos enemigos de la moral, de la religión, de la propiedad, de la patria y de la familia, y en nombre de cosas tan santas, que tienen convertido el mundo en un paraíso, es necesario que nosotros dejemos de existir.

No basta que nos exploten, que nos arrebaten el fruto de nuestro trabajo, que nos tengan sumidos en la esclavitud intelectual por la ignorancia, y en la esclavitud material por la miseria, y esto por la espalda, cuando saben que no podemos defendernos.

Dicen que somos ambiciosos porque pedimos la justa retribución de nuestro trabajo, porque pedimos lo que es nuestro. No usarían otro lenguaje las empresas Transnacionales con sus esclavos.

Que somos enemigos de la propiedad: ¡Calumnia también! Queremos, sí, que la propiedad sufra una transformación, ya que tantas ha sufrido, para que cada uno reciba el producto integro de su trabajo, ni más ni menos.

El que quiera comer, que trabaje.

Nosotros reconocemos igual derecho en los trabajadores de todos los países para propagar las ideas de justicia por el mundo entero; más como la intención de los que hacen circular tales patrañas es introducir la desconfianza y la desunión entre nosotros, lo declaramos altamente: ésta es una nueva calumnia.

Ya lo sabéis, trabajadores; los que por amor a la causa de la emancipación humana sacrificáis vuestra tranquilidad y los intereses que escapan a la explotación de vuestros patrones, propagando las ideas que sienten vuestro corazón y formula vuestra inteligencia, los que esto hacéis, sabed que sois agentes pagados por el extranjero, que os dais una vida regalada, aunque no tengáis sino privaciones.

Pues bien; nosotros protestamos ante todos los hombres honrados:

Del atentado que se trata de cometer con nosotros al privarnos de nuestros derechos naturales, anteriores y superiores a toda ley, y, por consecuencia, ilegislables:

De las calumnias de que somos objeto por parte de los hombres mismos encargados de velar por el derecho y de sostener la verdad;

Del llamamiento que nos dirigen a una guerra de clases, puesto que como clase se nos ataca y se quiere sujetarnos eternamente al carro de la ignorancia y de la miseria.

Y, finalmente, del derecho que se atribuyen unos legisladores que todo lo han negado, que todo lo han puesto en tela de juicio, instituciones políticas y sociales, para impedirnos que nosotros podamos reformar, transformar o suprimir esas mismas instituciones.

Mientras haya en el mundo hombres que estén sumidos en la ignorancia y la miseria, mientras existan explotados y explotadores, esclavos y señores, la pavorosa cuestión social estará siempre a la orden del día, y los privilegiados no hallarán tranquilidad ni en el silencio de las tumbas: que el ejercicio del mal atormenta casi tanto al verdugo como a la víctima.

¡Chávez Vive, la Lucha sigue!



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Manuel Taibo


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