Está en función de la sociedad civil la importancia del diálogo, a lo largo del viento de las edades es la razón; la semilla de la existencia del ser humano.
El General Rangel Gómez así lo ha sostenido inquebrantablemente, como legado del Presidente Chávez, porque estamos conscientes de qué es lo que queremos y sentimos como un bien común. Un bien común tiene que estar conectado con los más altos valores, con los más altos fines que encierran una moral colectiva y ciudadana, no puede existir la envidia, la codicia, la avaricia por el poder porque no son un bien, porque no tiene sustancia. El bien si tiene sustancia, porque es para hacer el bien.
La sustancia de un bien la podemos expresar con este ejemplo; es la confección hecha realidad de la Sede del Adulto Mayor por la Fundación Armonía, es un bien común, tiene sustancia. Es para todos eternamente.
En este contexto es como nos desenvolvemos los que creemos y luchamos por una Patria, como nuestro Gobernador y la primera combatiente Nidia Escobar de Rangel, junto a ellos luchamos por una Nación como es propio de las naciones con futuro, porque país con futuro, es una Nación con familias consolidadas; unidas todas por el progreso, lejos de la avaricia y de la codicia.
En una frase, queremos una Nación conectada con Dios. Quienes llegaron a la Asamblea Nacional no hicieron acto de presencia para cooperar, sino que dieron muestra de una ambición política por el poder y con ella, se han hecho esclavos de una violencia que los ha llevado a querer destruirlo todo, sin importar la persona humana. Así no hay hombre, ni mujer, no hay ser humano. El fin no puede justificar los medios.
No puede haber una espiritualidad conectada con Dios así, cuando hay que hacer posible ante una situación de esta naturaleza que los medios para conseguir un fin sean aquellos que hagan el bien, que hagan la paz, que hagan verdaderamente el diálogo, el dialogo entre ciudadano y ciudadano, entre ciudadano y colectividad, entre inquilino y arrendador sea de viviendas familiares o de inquilinos de locales comerciales donde el arrendador entienda que no puede esclavizar al inquilino, que no puede con ventaja torcer la Ley, o que la ley se haga necesaria para hacer justicia, que debe haber un justo y gratificante diálogo, diálogo es ganar-ganar, diálogo es paz, es estar conforme con la voluntad de Dios, Dios es sin distinción para todos.
Dialogo es una verdadera conexión de seres humanos con seres humanos, de racionalidad con racionalidad, así no hace falta apropiarse indebidamente de un bien, como es el Diálogo, para no cometer injusticia, ni violencia para hacer justicia, por eso la Gran Misión Vivienda Venezuela fue creada, para promover justicia, equilibrio, un apoyo a quien no puede acudir a las instancias del hombre que se esclaviza así mismo por ambición de lucro, porque este pierde su espíritu y su comprensión como humano.
Entonces como llevamos el diálogo a la política, la política es diálogo, y debemos participar con la convicción de que es un medio tan superior como el fin que perseguimos, tan superior para, hacer el bien sin distinción y al que más lo necesita, es para construir una vida con futuro para todos, no es para destruir la vida, de tal forma, que dialogo es paz, es justicia, es ser humano, racionalidad, comprensión, es espíritu de Dios, es equilibrio, comprensión, debemos entenderlo como un medio para acudir al ser humano con el ser humano, para acudir al Estado que está compuesto por seres humanos, para gobernar y ser gobernados como seres humanos.
Entonces el diálogo es para caminar juntos con nuestras diferencias y profundizar en nuestras coincidencias, ese debe ser el camino de la MUD, nosotros con nuestras experiencias lo hemos hecho realidad y lo seguimos con el ejemplo de Hugo Rafael Chávez Frías, como Unión Cívico Militar Bolivariana, que es común a todos los venezolanos y predicando con este contenido a la encíclica del Papa Francisco: Laudato Sí.
