Para los venezolanos, la navidad 2016 es diferente a la de cualquier otro país porque mientras otra gente espera que San Nicolás les dé regalos como ropa, juguetes, bebidas para alegrarse o una cena típica; en nuestra Patria esperamos que el bigotudo barrigón de camisa roja nos devuelva los billetes.
Aclaro, no pedimos billetes regalados sino los que nos hemos ganado honestamente con nuestro trabajo y sudor. Por ahora, nuestros pequeños recursos están presos al no poder convertirse en billetes para comprar alimentos, medicinas o lo que nos dé la gana como lo establece la Constitución.
Hoy por hoy, con billetes de 100 bolívares que mueren y reviven como Jesucristo, más billetes nuevos que todavía no aparecen; nuestro pueblo está ansioso por volver a tener billetes; y aunque frente al dolar ya no valen mucho para la gente de a pie son billetes mágicos.
¿No era posible dejar este problema para reyes magos en enero 2017 y no ahorita?
En fin, Niño Jesús, San Nicolás, o simplemente Nicolás, por favor, danos los billetes ya, para que el pueblo coma en paz y nuestros niños disfruten la navidad o lo que queda de ella. Gracias.