Sergio Giménez como me nombraste, tengo el privilegio en amor y respeto responderte.

¡Para criticar, yo!. Tengo bastantes argumentos y hasta moral porque no tengo bosal de arepa, no pertenezco a nómina alguna gubernamental, no soy por ahora activista político, apoyo de frente el proceso revolucionario, tampoco ando en campaña electoral personal ni grupal, menos he tenido casa, vehículo, computadora, Tablet, Teléfono donde alguién pudiera señalarme de populista. ¡Nada de eso!.

Podría satisfactoriamente, para algunos cuestionadores del gobierno hacer una larga lista de todas las deficiencias del Estado, asegurándoles que se perdería de vista.

Muchas veces me molesta cuando un opositor me dice: ¿Qué te ha dado la Revolución? cuando se percata que vivo solo, aún pagando alquiler en un cuártico, porque cuando tuve hace 4 años pareja, soñando con una casa bien equipada de la Misión Vivienda, no llegó, o trabajo lavando bandejas en un establecimiento de comida porque tal vez no tengo palanca para entrar en algún Ministerio, o cuando poseo mi humilde teléfono Tactilar Alcatel porque con todos los millones anuales de producción telefónica solo los veo por el canal 8 cuando a Maduro se lo muestran.

Sergio, no sé manejar y mucho menos tengo un Cherry, por eso aún uso mi paticas para trasladarme, y qué decir de la comida.....¡Ni hablar!.

Es decir, si ser un chavista feliz es tener a tiempo cubierta todas las necesidades como de una casa bien equipada, carro, esposa revolucionaria, teléfono de última generación con G4, un cargo público, despensa llena de comida o un TV plasma con Cable CANTV no sé, déjame decirte que vivo todo lo contrario a eso. ¿Porqué?, vaya usted a saber, a lo mejor por achantado, o por deficiencia del PSUV y COMUNA en el Barrio de tiros, basura y malandros donde vivo, o porque por aquí no pasó Chávez y menos Maduro.

No sé, tal vez porque me fastidia las palancas o los tráficos de influencia, o porque no molesto a Gónzalo de Aporrea a ver si tiene algún contacto por ahí para conseguirme una lavadora de esas de marca Haier para dejar de lavar en ponchera.

No sé Sergio y aquellos que deben vivir peor que yo, porqué la revolución no me ha beneficiado en estas cosas, y si algún día las llegara a tener, sería maravilloso, o de que por fin vengan los de Corpomiranda a confirmar si tengo cocina para lo del CLAP, aunque pariendo una bombona, soñando con aquellas que PDVSA solía ofrecer en los sectores populares y que ahora cuestan por ahí 17 mil que si tienes suerte te puede vender el camionero.

No sé...si fuera por todo esto sería el primer articulista de Aporrea que no solo criticaría al gobierno, iría más allá, a lo mejor me encadenaría a las puertas del Cuartel de la Montaña, ni soñar ir a una Emisora Comunitaria, donde me formé como Productor, a denunciar todas mis limitaciones porque donde vivo la radio comunitaria da pena ajena.

Sergio, como veráz, y soy muy transparente, me sabe a casabe decir mis cosas para no hablar de otros, que llenaría a diario las páginas de Aporrea con mis lamentos, quejas y supuestas desdichas, pero no, porque para mí la revolución va más allá de cosas materiales, que son en sí necesarias, pero que el Gigante y amado Chávez enseñó mucho a no vivir de la revolución de boca sino del corazón.

Por mis dotes verbales, analíticas y mi pasión social, formado en la escuela del profesor Aristóbulo y María Cristina Iglesias cuando eran humildes funcionarios de la Alcaldía de Caracas y después beber de Chávez por 14 años en sus Cátedras de enseñanza, sería tal vez un diputado, pero entendí que vivir la revolución desde adentro es mucho mejor que desde afuera, y que tener todo lo que materialmente ofrece e invierte el Estado como reinvidicaciones sociales, o no tenerlo, para nada me saca de mi eje.

No estoy en contra de los que opinen contrario a mis criterios, de hecho desde hace mucho tiempo hubiera dejado de escribir en Aporrea. Tampoco dije que los que cuestionan aquí sean de la CIA, pero sé cuándo hay vacío ideológico, y hay infiltrados, quiero que sepas que fui del PPT hace añales y sé de su crisis política cuando con sus CRÍTICAS dentro y fuera contra el gobierno sufrieron mucho y hoy veo a ex dirigentes de esa época abrazados con sus verdugos, porque asi comenzaron, con eso de ser realistas.

Hagan sus críticas, estoy muy de acuerdo, pero que salgan del corazón sin dañar mi buena fe y esperanza que aún conservo.