"En cientos de oportunidades reiteramos la irremplazable e invalorable tesis de Clausewitz de que la guerra no es más que la continuación de la política por otros medios. Para determinar en cada ocasión el carácter histórico y social de una guerra, no nos debemos guiar por impresiones y conjeturas sino por un análisis científico de la política que la precedió y la condicionó".
Sin embargo, no se concretó ningún paraíso, sino algo que más bien se parecía mucho a un infierno. La economía quedó ahogada por el proteccionismo, fue el prólogo de la época de la decadencia final de nuestro "socialismo" legado por el Comandante Chávez. El país se volvió más pobre y limitado. Uno tras otro, el PSUV emprendió el camino del madurismo o militarismo. Las relaciones internacionales se hicieron cada vez más amenazantes. En distintos lugares del país comenzaron a estallar nuevos y sangrientos conflictos. Este fue el momento que eligió el madurismo para abandonar sus últimos restos del socialismo y proclamar que el objetivo de la nueva etapa era la alianza del militarismo y las decadentes del puntofijismo. La pila de basura que queda de lo que fue alguna vez el partido "adeco y copeyano" es el mayor foco infeccioso del mundo. Su contenido social cambió radicalmente, que alguna vez fue un factor progresivo, se convirtió el país más atrasado para el desarrollo de las fuerzas productivas.
En realidad, el madurismo, todos los argumentos especulativos de este tipo y los fantasmas de inminentes calamidades nacionales como justificación del apoyo a tal o cual burguesía imperialista provienen del tácito rechazo a la perspectiva revolucionaria y a una política revolucionaria. Remplazar los objetivos reales de los bandos imperialistas en lucha por abstracciones políticas o morales no significa luchar por el socialismo sino ayudar a los bandidos a ocultar sus robos, saqueos y violencias.
Como era de esperar, con estas maniobras baratas el madurismo no se ganó la amistad ni la confianza de nadie. Los imperialistas se acostumbraron a no caracterizar un pueblo por las declaraciones de sus "dirigentes", ni siquiera por su superestructura política, sino por sus bases sociales. Para comprender el rol actual del madurismo hay que recordar una vez más las bases económicas sobre las que se apoya el oportunismo en el PSUV.
"El primer paso en la educación revolucionaria del pueblo debe consistir en desarrollar la habilidad para percibir los verdaderos apetitos, planes y cálculos imperialistas tras las fórmulas, consignas e hipócritas frases oficiales".
¡Chávez Vive, la Lucha sigue!