"Si fuera mi padre, incluso con más razón háganlo. Si fuera mi padre o algún familiar mío, con más razón. Y si alguien llega a decirle no, no te metas con esta persona porque en Miraflores no les gusta, entonces díganmelo.
Cilia me llama: Mire, Presidente, aquí tal persona dijo que no se metieran con no sé quién porque allá y que no les gusta. ¿Es verdad? Con más razón le pediría, afínquensele con todas las de la ley, con más".(Hugo Chávez)
Así con su lenguaje preciso, llano, fácil para todo público, más de una ocasión en su constante contacto con el pueblo, ese ser enorme que fue, sigue y seguirá siendo Chávez, nos dejaba saber su resolución inquebrantable de luchar contra los corruptos, fuesen quienes fuesen y si llegasen a ser de su más intima proximidad con mayor razón.
La corrupción es un cáncer en etapa terminal que mina de manera, pareciera que irreversible, el cuerpo de la Patria, se apodera de voluntades y las coloca a su servicio, aun cuando estas mostrasen una imagen resistente a toda tentación de esa especie de excremento del demonio como es el dinero.
Y nadie puede afirmar o atreverse a poner en duda que lo que reproduzco de las palabra de el inolvidable, fue cuando se requirió demostrarlo a través de hechos irrefutables, en varios casos, quizá el más emblemático el de su compadre, a quien se le atribuye haber sido una pieza fundamental en el regreso, casi que de la tumba, de nuestro amado Comandante, cuando fue secuestrado y condenado a muerte por quienes apuñalearon la democracia aquel 11 de abril del 2002.
Ahí sigue preso, y su actitud, inexplicable y que dio pié para pensar a muchos que lo que le conllevó a dar el paso, definitorio para derrotar la conspiración ya en el poder, fue el producto de la inmensa presión del pueblo, especialmente significativa en la ciudad de Maracay, de donde salió la voz que dio al traste con los avances del golpe y animaron a mucha más gente a tomar las calles, para exigir el regreso de su Presidente amado.
Ese ejemplo es bien importante, como ha habido muchos otros y sin embargo vemos casi a diario hechos de corrupción cometidos por personajes que nadie se explica cómo han llegado a altos cargos, en donde pareciera que se aprovechan de la libertad que tienen para manejar ingentes recursos, y débiles de moral caen en el error de robarse los dineros que le pertenecen al pueblo; ahí están los casos de Presidentes de empresas básicas, altos funcionarios de PDVESA, de Pequiven, entre otras dependencias oficiales, muchos de los cuales hoy están acogidos al abrigo del peor enemigo declarado de nuestra Revolución como es el Imperio gringo, o en otros países de corte capitalista desde donde con toda libertad, incluso bajo el amparo, financiamiento y asesoramiento de los gobiernos, han formado organizaciones de guerra no convencional para disparar dardos venenosos contra la Patria y sus instituciones.
Y lamentablemente pareciera que no hay manera de frenar la avalancha de corrupción que se ha metido en donde menos se espera, como es lo que se conoce en relación con los CLAP, en donde no son pocos los casos en que se ha descubierto a gente con uniforme de chavista, sobre un cuerpo de choro vulgar que se atreve a acciones como las de robarse las bolsas o las cajas para revenderlas, o cobrar en exceso para quedarse con la diferencia, o el regreso de la costumbre de funcionarios sin moral a las oficinas del SAIME, plaga esta que con Dante Rivas parecía que había sido exterminada, pero que ahora vuelven a hacer de las suyas, colocando miles de trabas para obligar a la gente a bajarse de la mula, sobre todo en lo referente a la obtención de pasaportes..
No se averigua por ejemplo de dónde salen las enormes cantidades de dólares que personajes de la derecha tienen que manejar para sus frecuentes viajes al exterior, para de manera abierta y descarada, sin que nada les suceda, desde el punto de vista legal, pues bien sabemos que muchos de ellos se han pasado de la raya y son simples y vulgares traidores a la Patria.
O lo que sucede cuando cualquier visitante de las ciudades colombianas fronterizas con Venezuela, ve anaqueles llenos de productos venezolanos de Mercal y PDVAL igual que en tarantines en las calles y comprueba que es cierto lo que se dice y afirma con toda propiedad que para que eso suceda debe haber participación de nuestra gloriosa Guardia Nacional, que no deja de ser gloriosa porque unos vulgares delincuentes que no se sabe cómo llegaron a portar el uniforme, se han plegado a las mafias del contrabando, sin que les pase por la mente el inmenso daño que le hacen a la Patria y a su pueblo-
Y así lamentablemente por donde uno se meta, en el campo de la salud, un área tan sensible en la que personas de la nómina, sin importar rango, se roban medicamentos, instrumental y artefactos para venderlos o utilizarlos en clínicas privadas, en las universidades para garantizar cupos o manejando la alimentación en los comedores para sobre facturar y robarse grandes cantidades de dinero en desmedro de los usuarios que son los estudiantes, en la asignación de divisas, como ha sucedido, a empresas de maletín que a la final no importan nada o traen chatarra en lugar de lo que aparece en planilla de importación.
Es decir, se puede afirmar, sin temor equivocarse que no hay campo que se salve de la acción depredadora de la corrupción, porque hay mucha gente sin moral, sin formación para el bien que fácilmente cae en las garras de este monstruo y se suma a la labor corrosiva, cual polilla a la madera, del cuerpo de la Patria.
Ahora bien, ¿habrá salida?, ¿se podrá enfrentar este flagelo a corto, mediano y largo plazo?.
Por supuesto que sí, sin tener que llegar a las medidas extremas de los gobiernos de China, Corea del N orte, Japón, entre otros, donde se corta por lo sano mandando a los corruptos a dormir el sueño eterno y san se acabó, en esos países el flagelo prácticamente no existe porque el temor es mayor que la tentación.
En los nuestros, donde las leyes por lo general no infunden el temor a perder la vida pues aquí como en muchos otros no existe la pena capital, se hace necesario, sin dejar de aplicar leyes inclementes con penas máximas, despojo de bienes, busca de testaferros etc. y desaparición de beneficios, implementar la formación de nuestras futuras generaciones, por ejemplo, metiéndole en la cabeza a todos y cada uno de los docentes, a todos los niveles y a quienes tienen contacto con grupos de personas, la necesidad de dedicar, SIEMPRE, LOS DOCENTES EN CADA CLASE, un espacio al menos de cinco minutos, para preparar a los estudiantes y demás, en la moral, la ética e intentar introducir en sus mentes y sus espíritus anticuerpos contra esa terrible enfermedad de nuestra sociedad que es la corrupción, que comienza muchas veces en la familia y se traslada a la escuela, cuando se le roba un lápiz a un compañero, incluso con la complacencia del docente, cuando se tira un papel al piso, se raya una pared, se deteriora un baño, comete fraude copiándose en el examen etc.
Otra gallo cantaría si nuestros educadores en lugar d estar pendientes del timbre o del reloj para tirar la tiza y salir como alma que lleva el diablo, se propusieran ocupar unos minutos de su clase para hablarle de moral, de buenas costumbres y de ética a sus estudiantes y así contribuir a dotarlos de herramientas que les permitan enfrentar con éxito las tentaciones en las que han caído tantas ´personas a todos los niveles, no solo de la administración pública sino también privada, como sucede en casos muy sonados y repetitivos con la banca nacional en manos siempre de la oligarquía.
El mejor homenaje que se le podría ofrecer a Chávez, por parte de quienes estamos obligados a mantener el legado de quien hoy está más vigente que nunca, los que ejercen funciones de gobierno, en primer lugar, pero de la mano con el pueblo en general, cuando se cumplen 4 años de su partida física, sería establecer una estrategia que cual poderoso antídoto, reduzca a su mínima expresión de toxicidad el veneno que está matando la revolución….. Sí se puede, claro que se puede.