Tengo mi conciencia tranquila. Ni ayer ni hoy he escrito aquí y en ninguna otro medio contra la revolución Bolivariana, he hecho mis observaciones, pero no me he dedicado a meter en un solo saco como corruptos e ineficientes a gobernadores,alcaldes y funcionarios públicos.
He visto desde afuera muchas cosas y por Aporrea me he enterado de tantas otras que da tristeza cuando traicionan con sus inmorales conductas militares y funcionarios.
Me han restregado en la cara errores del gobierno, incomprenciones y otras más. Las he escuchado, a veces se me hace un nudo en la garganta, otras me da indignación y hasta impotencia, pero ya con la cabeza fría me tomo tiempo para evaluar los hechos.
Después de analizar situaciones que vivimos en el pais en especial esas actitudes inmorales y contranatura revolucionaria, me centro en las causas y sus protagonistas.
Saco mis conclusiones, ubico los personajes, los intereses ocultos y hasta manifiestos, entonces ya con un poco de claridad tomo aíre y fuerzas para prepararme a otra tanda de arremetidas contra este gobierno, contra Maduro y la revolución, mientras otros quedan confundidos y hasta se unen al pesimista coro, yo asumo otra actitud más ideológica.
Conmemoramos con tristeza, con nostalgia y esperanzas los cuatro años de la partida de nuestro gigante Hugo Chávez, realmente se siente a profundidad su ausencia fisica, pero no podemos seguir muchos encerrados en que vamos hacer lo que nos venga en ganas como robar, difamar, dividir, desestimular y hasta traicionar pensándose en intereses mezquinos.
Chávez nos dejó un enorme Legado, y lo que más necesitamos es defenderlo hasta con nuestras vidas. Asumir con amor, sinceridad y conciencia los retos que se nos presenta.
Entiendo que han salido a flote mucha inmoralidad tanto en el seno del pueblo mismo y muchísimos funcionarios públicos.
Así como la violencia y locura extrema del lado opositor de base y representantes.
Imaginemos por un momento que nuestra familia comienza a sufrir los embates de la división, pleitos, traiciones y crisis, qué pasaría si creemos que los enemigos somos nosotros mismos mientras hay factores externos muy sutiles que pujante para destruir los lazos de sangre y apoderarse de los bienes económicos y materiales.
Si esa familia no reflexiona, recapacita, analiza, evalúa y toma conciencia, solo quedará cenizas.
A veces así nos comportamos muchos, que se han dado el tupé de crear tienda aparte y sembrar pesimismo, decepción y división. Les aseguro que si Chávez estuviera vivo cortaría rabo y oreja. El no permitiría que nada de eso sucediera, por esa razón nos advirtió de las cosas que se nos vendría de las cuales las estamos viendo y sintiendo.
El mayor honor que podemos hacerle a su memoria y a su legado es sincerarnos, mantener la unidad, el amor y la humildad.
Nuestra revolución solo se está sosteniendo mayormente por el Pueblo base quien serían los afectados directos si dentro de nuestras filas se quiebra la confianza y la unidad.
Dejemos de subestimar a los verdaderos enemigos externos e internos. Seamos leal al mandato de Chávez y su Legado.