¿Cómo puede tener alguien una posición crítica sin "caer en el juego" de uno u otro bando de la política venezolana? En una situación de polaridad extrema como la que estamos viviendo, tenemos en esencia tres sectores de la población. Desde cada uno de los extremos, los que estamos en el medio somos vistos como pertenecientes al otro extremo y con nuestras posiciones políticas lo que hacemos es "caer en el juego" del otro. Para los chavistas, ellos son la más pura representación del "hombre nuevo", el cual se ha desprendido de todo egoísmo para asumir la misión de luchar por un mundo mejor; mientras perciben a los opositores como apátridas, traidores, imperialistas, tramposos, burgueses y oligarcas. En contraste, para los opositores, ellos representan al ser demócrata, paladines de las luchas por la libertad que los "hombres nuevos" pretenden cercenar; mientras conciben a los chavistas como corruptos, patoteros, embusteros y oportunistas. Curiosamente, ambos consideran que los otros son hipócritas, fascistas y asesinos.
Es bueno precisar que no es acertada esa asociación entre chavistas y corruptos, por un lado, y entre opositores y apátridas, por el otro. Todo corrupto es apátrida y todo apátrida es corrupto. Quienes han venido carcomiendo el patrimonio de nuestra nación no pueden llamarse patriotas. Es cierto que la mayor parte de nosotros no tenemos ninguna posibilidad de precisar quién robó y cuánto robó, pero también es cierto que hay evidencias de terribles desfalcos a la nación sin que ocurran las debidas investigaciones y mucho menos las acciones de justicia. La práctica corrupta es tan apátrida que ha servido para producir en la población una terrible degeneración cultural la cual será difícil de revertir. Por otro lado me pregunto, ¿puede haber un acto más corrupto que el de vender su país al mejor postor, al entregar los valores esenciales del hombre en sociedad en función de un beneficio particular? De modo que, sin generalizar y afirmar que todos los chavistas y opositores son corruptos y apátridas, sí afirmo con contundencia que ambas categorías son perfecta e igualmente aplicables a personajes de los dos bandos.
En este cuadro, ¿cómo hace uno para abrir la boca sin caer en el juego de uno de los dos bandos? Pienso que sencillamente es imposible, siempre tenemos el riesgo de ser malinterpretados, especialmente cuando el intérprete tiene una visión muy sesgada de la realidad y más aún cuando se entra en el terreno del fanatismo. Sin embargo, creo asimismo que poco importa el que se diga que uno le está haciendo el juego a determinado sector político si uno está claro con su consciencia y entiende el papel que debe jugar en la historia. Particulartmente me resteo en la lucha contra los corruptos y contra los apátridas que se encuentren en cualquier parte, en especial con los vinculados al gobierno y a la oposición nacional. Esto, como ven, no tiene nada que ver con una posición ni-ni, sino que por el contrario es anti-anti.
