El Leander vs. el olvido

Está circulando una matriz de opinión que intenta descalificar al Proyecto Leander: “El chavismo, en su afán por cambiar la historia, destruyó la carabela de Colón para poner en su lugar el Leander de Miranda”. Para quienes no lo conocen, el Proyecto Leander consiste en la reconstrucción de una réplica en tamaño real del buque insignia donde Francisco de Miranda llegó a tierra firme suramericana hace 200 años. Venían con él nuestro primer símbolo patrio y el primer ejército con pretensiones libertadoras de alcance continental. El Proyecto Leander no es contra la memoria de Colón ni contra la nao Santa María que, durante tres décadas, fue convirtiéndose en un emblema del Parque del Este. Los hongos, las polillas y un inadecuado mantenimiento consumieron su valor patrimonial y tuvo que ser desmantelada por las autoridades antes de que terminara de derrumbarse por sí sola.

El Proyecto Leander, al plantearse como objetivo dar a conocer la vida y obra de Francisco de Miranda, reivindica en justa medida a Cristóbal Colón. En este personaje se inspiró Miranda al darle el nombre de “Colombia” al continente y “Colombeia” a su diario personal de 63 tomos. Otros tomaron el nombre de Colón para denominar “colonia” al período de 300 años de dominación que comenzó a morir con el arribo del Leander.

Lo innegable es que la reconstrucción del Leander es un proyecto descolonizador de conciencias. Más que un parque temático mirandino, que un museo interactivo y un monumento para el Precursor-Libertador, el Leander será un símbolo de la libertad y la unidad continental. Sorprende que quienes atacan a los que retoman estos valores del proyecto mirandino, nada digan de quienes siguen desfigurando el heroico rostro de nuestra historia. Como ayer, parece que Miranda sigue causando temores en los intelectuales colonizados descendientes de la vieja oligarquía.

Reconstruir el Leander no es un proyecto “oficialista”. La idea no fue de Chávez, ni surgió del gobierno, aunque éste, al igual que la empresa privada, lo estén apoyando. Gesto que agradecemos porque, al igual que muchos venezolanos honestos y conscientes, percibieron que este Proyecto llenará un vacío en el conocimiento de los orígenes y en el amor por la historia patria.

Lo que sí es cierto es que cada día hay más venezolanos que queremos cambiar la historia porque descubrimos que la historia que nos contaron a menudo miente. A veces miente por lo que dice, pero miente más por lo que calla. Miente por omisión deliberada, por ignorancia o por olvido. Todos conocíamos, por ejemplo, que “La Pinta, La Niña y La Santa María eran las tres carabelas que Colón traía”, pero ¿cuántos conocían que el Leander, el Bachus y el Bee fueron los tres barcos de la Expedición Mirandina? Queremos cambiar la historia para que nuestros hijos conozcan lo que en la escuela nunca nos enseñaron. Y cambiar la historia es tomar conciencia para no repetir los errores del pasado. En 1806, el pueblo se creyó las mentiras que de Miranda se contaron y antes de su llegada huyó espantado. Queremos cambiar la historia, en fin, como el 03 de agosto pasado 800 niños venezolanos, en el Parque del Este, la cambiaron: Dándole al prócer la bienvenida que no tuvo hace 200 años.

proyectoleander@gmail.com


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Manuel Bazó


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