En el pasado artículo
había invitado leer: * “Cabildeo para el Apocalipsis”, el
cual me (http://www.rebelion.org
En esta segunda parte
quiero señalar lo siguiente. La mayoría de los evangélicos tanto
en los Estados Unidos como en América Latina están muy enfocados en
vivir y propagar su fe; de eso no tengo dudas. Pero no hay que hacerse
el loco e ignorar que hay corrientes políticas en E.UU. que se hacen
nombrar como los evangélicos conservadores o la “Derecha Cristiana”,
yo la llamaría “Los Fascistas Cristianos” quienes han mezclado
de manera descabellada y diabólica el mensaje de la Biblia con los
intereses económicos y políticos de los Republicanos y un sector de
los Demócratas.
Esa derecha cristiana
ha enfilado sus baterías contra el aborto, la unión de parejas Gay
(estilo de vida que no comparto y respeto), y sobre todo el apoyo unilateral
al sionismo judío bajo el pretexto profético del fin de los tiempos,
acaso la embestida genocida del estado terrorista de Israel sobre Palestina
y el Líbano, no obedece a algo de esto, explicaría entonces el silencio
del liderazgo evangélico tanto en Norteamérica como en Venezuela,
pero de eso hablaremos más adelante.
La política mezclada
con la religión es peligrosísima cuando ambas pierden su objetivo
y confunden las metas. La política es un precioso arte con fines bien
específicos, no está para llevar almas al cielo, aunque empuja a millones
al infierno, mientras que la religión va más allá de lo terrenal,
busca lo celestial. Ahora no es lo mismo un político de fe, a una
fe manipulada por un político. Y es lo que sucede desde hace décadas.
Los republicanos manipulan y crean estrategias bajo fundamentos cristianos
en sus políticas nacionales e internacionales. Los sucesos del 11 de
Septiembre del 2001 tuvo su mayor conspiración internacional con lo
religioso. Evento que encendió la mecha de la Yidah
y justificó ambas invasiones a Afganistán e Irak. Claro hoy a casi
seis años de ese lamentable suceso un gran porcentaje de la población
estadounidense sospecha del mismo gobierno ante las innumerables pruebas
de que fue la actual administración quienes conspiraron derribando
las Torres Gemelas; ¿Cuántos judíos murieron en ellas?. Usted sabe
cuánto gasta ese mal llamado gobierno en la guerra de Irak, 8.130 millones
de euros (10.000 millones de dólares mensuales) todas las contribuciones
de los ciudadanos se van en una guerra pérdida e injustificada. Es
triste cómo se destina un dinero para la muerte mientras la nación
va hacia una inevitable crisis económica y fiscal y la pobreza (muy
bien disfrazada) surge en la zona sur del suelo americano. La
deuda estadounidense actual está por el orden de los 8.3 trillones
y pueden llegar, a causa de las sangrientas guerras a unos 12.8 trillones
de dólares.
El gobierno ha jugado
con la fe de todo un pueblo, así ha sido y así lo será mientras esa
nación no despierte de su letargo religioso. Pero algo está sucediendo
con la reciente guerra (Genocidio) sobre el Líbano. El mundo está
despertando una vez más a la utilización de la fe con el fin de justificar
masacres como la que hemos presenciado a través de los medios de comunicación.
Digo fe porque si existe elementos que así lo confirman y lo delatan.
Petróleo es la meta, aunque el dominio de Israel sobre el territorio
lo es aún más, exterminar al enemigo pagano, expulsar al impío de
las tierras entregadas por Jehová, rescatar a Jerusalén del dominio
musulmán.
Con la premisa “Bendeciré
a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré;”
que Jehová había prometido al padre de los judíos Abraham, tanto
judíos como cristianos sionistas se han confabulado contra el territorio
árabe. Esto les da derecho arremeter contra el mundo árabe quienes
dicen son sus más acérrimos enemigos, aún retumba en sus oídos las
palabras del líder de Irán al decir que eliminarían a Israel de la
faz de la tierra. John Hagee, un televangelista popular que dirige la
Iglesia Cornerstone en San Antonio, Texas, de 18.000 miembros, autor
del libro "Jerusalem Countdown," [Conteo regresivo en Jerusalén]
donde unas 700.000 personas lo compraron, hace una interpretación apocalíptica
de las cosas que sucederían en el Medio Oriente.
Sarah Posner, autora del artículo “Cabildeo para el Apocalipsis” plantea cosas bien interesante, sobre el teleevangelista, por ejemplo: “…argumenta que una confrontación con Irán es una condición previa necesaria para el Apocalipsis y la Segunda Venida de Cristo. En su gran éxito de ventas, Hagee insiste que USA debe unirse a Israel en un ataque militar preventivo contra Irán para realizar el plan divino para Israel y Occidente. Poco después de la publicación del libro, lanzó Cristianos Unidos por Israel (CUFI, por sus siglas en inglés), que según sus declaraciones causará un “terremoto político.” como versión cristiana del poderoso Comité USA-Israel de Asuntos Públicos (AIPAC).”. “Es probable que su influencia en Washington sea menos importante para el nuevo proyecto de Hagee que su ascendiente sobre su audiencia. Con el peso de sus oyentes, puede servir a los halcones de Bush al infundir ímpetu al apoyo en la base para un ataque militar contra Irán.” “Hagee habla simultáneamente a dos audiencias sobre la capacidad nuclear de Irán: una que teme un ataque terrorista de Irán, y otra que adopta un Apocalipsis prescrito por la Biblia. Para impresionar a los temerosos, imita los engaños de Bush sobre la capacidad de Irak para atacar a USA con armas de destrucción Masiva, las advertencias de Condoleezza Rice sobre nubes en forma de hongos, y la hipocresía de Dick Cheney sobre una alianza entre Sadam Husein y Al Qaeda. Comparando al presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad con Hitler, Hagee arguye que hay que detener el desarrollo de armas nucleares de Irán para proteger a USA e Israel de un ataque nuclear.”
Uno se pregunta entonces si lo que sucede en el Medio Oriente obedece por igual al control religioso de la zona y lo más preocupante es que las Naciones Unidas no podrán detener algo inminente como una catástrofe nuclear, porque estos disociados cristianos pretendan acelerar la venida de Jesucristo. Ojala que viniese hoy mismo pero con un látigo en las manos para castigar todo el genocidio provocado por esa forma de pensar.
Esto hace entender la
tremenda pasividad de parte de los ciudadanos del norte ante estas guerras
en Palestina, el Líbano, Irak y las amenazas que se ciernen sobre Siria
y luego Irán. Los medios de comunicación, afincados por los tele
evangelistas, adormecen a todo un colectivo sin que nadie haga algo.
Toda una contradicción a los expuesto por Jesucristo quien enseñó
amar a los enemigos, a perdonar, a dar vida, pero esta clase política
fascista promueven la guerra. A ellos no les sacude los más de 800
niños asesinados recientemente en Palestina y el Líbano, no les mueve
a compasión las enfermedades y la ausencia de las necesidades más
básicas, millones de personas condenadas a la pobreza.
Cómo celebrarían sus servicios religiosos al Altísimo, ante las cruentas imágenes del desentierro de 50 niños bajo los escombros a causa de las toneladas de bombas lanzada por el ejército de “Dios”. Cómo cantarán al Señor sin una pizca de remordimiento ante lamentable genocidio.
Si George W. Bush y su gabinete continúan influenciados bajo estas políticas neorreligiosas el mundo está en peligro de un Armagedon mundial. Cuando las profecías bíblicas apuntan a hechos de guerra no significa que debemos auparlas, sino que fueron reveladas para que el mundo las evite. Si las profecías hablaban de un traidor (Judas) que entregaría a Cristo, no significaba que el destino de este discípulo era ese, más bien en un gesto de misericordia Jesús previno a Judas de lo que haría, no para humillarlo delante de los demás en la última cena, sino para que éste entendiera que él le amaba y aunque lo que haría sería la muerte de su líder, Jesús se preocupó por el destino de su discípulo. Judas, como todos saben decidió suicidarse, qué hubiese pasado si se arrepiente posterior a sus actos; hubiese sido un gran apóstol.
Pero los sionistas (fascistas) ligeramente interpretan las profecías como sucesos para el odio; si acabamos con el enemigo se evitará el holocausto. Invadir a Irán nos salvará del Armagedon; pero el nuestro lo estamos viendo cada tiempo cuando el imperio invade y destruye naciones; cuando pueblos y naciones en el mundo sufren genocidios bajo pretextos de la democracia y la libertad.
Critico fehacientemente
la postura de líderes evangélicos en territorio norteamericano, quienes
usan la fe para las políticas belicistas, en vez de redimir a la humanidad.
Me avergüenza esas posiciones, peor aún el silencio del liderazgo
evangélico tanto en Venezuela como en Latinoamérica que no asumen
posiciones ante estas descabelladas acciones. Con líderes evangélicos
como los que influencias en la Casa Blanca de qué vale seguir una religión
así. En mí último artículo hablaré un poco sobre este tipo de evangelio
que se convierte en una droga social que adormece las conciencias de
la gente.