Con educación hacia un país de calidad

Es indudable que no hay otro camino para ir directamente hacia la calidad del país, que con la educación y eso es lo que ocurre con la respuesta que recibe en los actuales momentos la convocatoria para participar en una nueva Asamblea Constituyente.

Responder a un llamado de tal naturaleza significa asumir un compromiso, prepararse para investigar en la realidad del día a día, traer a este momento las experiencias exitosas de las ciudadanas y ciudadanos así como también las experiencias ruinosas, las corruptas, aquellas que nos han llevado a los venezolanos a tener una justicia y una seguridad que no se ajustan a la necesidad de la sociedad venezolana.

¡Se trata de un hecho innegable!

La ciudadanía venezolana ha entrado en un profundo proceso político con la Asamblea Constituyente que se avecina, porque va a permitir a todas las personas que la integrarán a entender el hecho político –no politiquero- como parte de un proceso educativo no formal pero que le facilita comprender las realidades de una sociedad que grita día a día por su transformación en una sociedad de bienestar, una sociedad de calidad, que sepa como evolucionar en educación, ciencia, tecnología, en innovación, en la total transformación del transporte urbano y que impida el irrespeto, como un paro de transporte, que algunos individuos tienen contra el mismo, a sabiendas que se trata de un servicio para las personas, que es cancelado de manera permanente.

Los ciudadanos y ciudadanas han aprendido en carne propia el molestoso ingrediente de la burocracia, el rompimiento de la norma por parte de otros ciudadanos y, cuando hablamos de normas nos referimos a todas las leyes que son violadas cada día, comenzando como las más sencillas como son las del semáforo, el paso peatonal, la especulación con su acompañante el irrespeto, el abuso de alguna autoridad, de los dueños de medios de comunicación, las fallas en servicios vitales como la no limpieza de las ciudades, el aseo urbano, los robos en los hospitales y mucho más.

Involucrarse en toda esa problemática es educarse en el funcionamiento de una sociedad que se prepara para profundizar su revolución. La cuestión está en que hay que hacerlo bien y borrar, con una Constitución repotenciada, todos los malestares que algunos en complicidad con agentes del exterior, nos han estado sembrando.



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Pedro Estacio


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