Como ya la conspiración de algunas organizaciones es completamente abierta, que ni siquiera hay necesidad de hacer una reflexión profunda para enterarnos de las razones por las cuales la hacen, es hora de que los tanques pensantes de la revolución bolivariana comiencen a profundizar sus pensamientos.
Y esto no lo digo simplemente por añadirle mas palabras a esta discusión nacional que existe hoy en Venezuela. Como siempre he dicho, escribo de lo que veo y pienso y afecta..
En el pasado no muy lejos, cuando transitábamos por la avenida Sucre, Urdaneta o Universidad, el volumen de buses y camionetas de pasajeros, por lo general superaba el número de unidades particulares privadas. Hoy, no hay necesidad de ir más lejos, porque basta ver que quienes están en las calles movilizándose son las personas. Hoy se aprecian altos volúmenes de personas abarrotando las aceras y otros caminando por las calles, si es que los tanques pensantes no se han dado cuenta.
Es más, cuando nos desplazábamos por la acera norte, frente a la Iglesia de Pagûita, alli mismo, donde está la residencia de la Guardia de Honor, por lo general lo hacíamos como si estuviésemos caminando por una sabana bastante desértica.
Lo que se aprecia hoy día es otra cosa. Cuando caminaba por allí esta mañana y conversaba con mi amigo Stalin (No es su nombre pero yo le digo así), parecía que estábamos en una caminadera, no solo porque todo el mundo caminaba de prisa, sino porque aquello se apreciaba como una caminata, debido al volumen de personas que por allí se desplazaba.
La gente está aguantando lo que sucede, ha concientizado bastante, es decir, los embates de la guerra, de lo contrario no estarían caminando aprisa por llegar a sus oficinas, estarían haciendo lo que los agresores quieren, que incendiemos el país. Van caminando y conversan acerca de lo que ocurre y siempre con la idea de que esta situación sea detenida lo más pronto posible.
En todas las avenidas transitadas esta mañana, habían pocas unidades de transporte; apenas las rojas Yutong. Ayer ni hablar, porque los andenes de la Estación Plaza Venezuela semejaban una inmensa concentración política, pues había más personas de lo que uno pudiera imaginar.
Los tanques pensantes deben tener una respuesta para estas cosas. Por lo menos que los patronos tomen en consideración si las personas acuden tarde a sus empleos; tambien considerar si pueden irse media hora más temprano. Ver cómo incorporan el mayor número de unidades de Yutong y unidades militares para las parroquias, las cuales están desguarnecidas, como La Pastora y sus satélites Lídice y Manicomio, la avenida Sucre, Universidad, Urdaneta y pare de contar.
Hay que decir que muchos no tenemos problemas en caminar, pero hay personas muy mayores, mujeres en estado de gravidez, mujeres recién paridas y niños y personas discapacitadas que no pueden estar caminando. A lo anterior hay que agregarle el detalle de la seguridad, porque los delincuentes no tienen que ver nada con la sensibilidad ni van a dejar de robar a las personas porque están viviendo la crisis demasiado fuerte.
Los tanques pensantes de la Revolución Bolivariana, reitero, deben profundizar sus pensamientos y acciones para darle salidas satisfactorias a lo que ocurre, que sabemos es duro, pero si hay la posibilidad de amainarlas, pues piensen y pídanle a todos los venezolanos que les den ideas. Estamos en una guerra donde los agresores emplean cualquier clase de especialistas para dañarnos, pues empleemos todas las ideas posibles que el pueblo pueda aportar para enfrentar la guerra, porque el pueblo es sabio.