Venezolanos mostrarán de qué están hechos

"¿Qué sentido tiene hacer una revolución en la que se aporte más del 70% en el área social, donde sean favorecidas en alto número educación, salud, vivienda, pensiones y otras atenciones para no seguirlo haciendo?"

Si los venezolanos han fortalecido sus conciencias, han soportado la fuerte crisis económica con la que han intentado ahorcarlos –siempre bajo la dirección malsana de Estados Unidos-, no se van a rajar en estos pocos días que les faltan para ejercer el derecho al voto y mostrar, una vez más, de qué están hechos.

Por supuesto que hay que imaginar cualquier clase de cosas que puedan suceder, como apreciar a ciertas personas de mentes ilógicas y conductas extraviadas (entran en la definición de perraje que nada tiene que ver con la condición social), que aunque cobren su pensión a tiempo, se trasladen en el transporte oficial del Metro y Metrobus (en el primero gratis y en el segundo baratísimo); adquieran la caja del CLAP en 25 mil Bs., critiquen exageradamente su contenido, pero son capaces de pagar más de 300 mil Bs por una botella de refrescos; abandonen la clínica privada porque les consumió su seguro y se internen en un Centro de Diagnóstico Integral, mantendrán su posición de no reconocer los logros de una revolución.

Como aparentan ser lógicos, tales puntos de vista serán mantenidos y de hecho hay personas que lo continúan haciendo, intentando desvirtuar lo que se ha hecho, como decir que las viviendas son de cartón, que lo del teleférico de Mérida y el Hotel Humboldt que está en el Ávila forman parte de una película de ficción y que el problema del contrabando de alimentos y billetes es obra del "colombiano Nicolás Maduro", porque hay que ver la paja que elaboran –para ser dicha y escrita- los opositores a la Revolución Bolivariana.

Claro que molesta encontrarse con que los bandidos del comercio especulen, pero también debe saberse que detrás de los comerciantes que dan la cara, se encuentran los mayoristas que siempre esconden el rostro y los vivianes, como es el caso de los bachaqueros, gente de mente ilógica y conductas descalabradas.

Lugar para la discusión pública deben ocupar los sujetos a quienes se les ha identificado como integrantes de los colectivos que venden alimentos de CASA y del CLAP.

¿Cómo lo hacen?

No se puede pensar en otra cosa que no sea la corrupción y si bien algunos los acusan de ser colectivos del gobierno, quien escribe seguirá pensando que, aunque se pongan franelas y gorras de color rojo y porten placas y armas, entenderé que eso es simple corrupción y como tal debe ser sancionada.

¿Qué sentido tiene hacer una revolución en la que se aporte más del 70% en el área social, donde sean favorecidas en alto número las realidades como educación, salud, vivienda, pensiones y otras atenciones para caer en la mala actuación de un colectivo que abusa?

Y escribimos "un colectivo que abusa", si es que es cierto y no se trata de individualidades que dañan, porque existen otros colectivos en las sociedades que funcionan a la perfección, como es el caso de los sociólogos, aviadores, veterinarios, odontólogos, estadísticos, psicólogos, matemáticos, biólogos y buena parte de los periodistas y comunicadores agrupados, entre otros.

Pese a todo lo que puedan intentar hacer para desviar la atención de la ciudadanía venezolana, es obvio que su gran mayoría no va a caer en el juego que intenta la Derecha de EE.UU y sus rapaces cipayos que hablan a diario en contra de la Revolución Bolivariana.

Me parece, sin intentar ofender a nadie, que "están caídos de la mata", si creen que los venezolanos caerán en un juego maligno, como dicen en la calle.



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Pedro Estacio


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