El Presidente Chávez por novena vez en actos públicos, en mítines, en reuniones con internacionalistas, en su habitual programa Alo Presidente de manera directa le ha dicho No a los Transgénicos. Ahora se pronuncia contra los usos de agrotóxicos. En efecto, en la inauguración del Centro Genético Florentino el pasado 18 de Agosto en Barinas, el Presidente Chavez junto a un centenar de productores y sus Ministros de Defensa, Agricultura, Ciencia y Tecnología, Alimentación y Economía Popular, expreso la necesidad de trabajar la agricultura sin el uso de agroquímicos. Enfatizo el Presidente, “No al uso de agroquímicos en este Centro Genético”. Donde se tiene programado la inseminación de unas 600 mil novillas y el cruce del ganado Brahman con Carora, que dentro unas tres generaciones de bovinos resultarían en una raza conocida como Florentino.
Razón tiene el Presidente Chávez en exigir se cambie la manera de producir sin el uso de agrotóxicos. Expliquemos porqué? Es de más conocido por nosotros que nuestra agricultura presenta serias deficiencias energéticas en sus componentes de producción implicando diversos problemas de orden tecnológicos en los sistemas productivos, obteniendo severos agravios ambientales, lo cual repercute en nuestra salud pública. Además de este corolario de problemas, la otra importante razón que subyace y que motiva a no producir alimentos con “agrotoxicos” es que ellos, constituyen la base de al producción de los alimentos transgenicos. Se entiende que la lucha en contra este tipo de dominación agroalimentaria lleva también implícito la lucha contra el uso de los agroquímicos como fertilizantes, herbicidas e insecticidas, producidos y controlados por las empresas trasnancionales. Allí se encuentran las bases científicas y técnicas de la génesis y evolución de los alimentos genéticamente modificados. Allí también persiste la sujeción científica y tecnológica de nuestra agricultura nacional aflorando la contradicción principal de la misma.
Los Ministros deben haberlo entendido que además de ser un mandato constitucional, el devenir revolucionario agrícola tiene tarde o temprano que superar las contradicciones expresas entre los modos y medios de producción, formulado por los distintos ideólogos del socialismo para poder liberarnos de tantas viejas ataduras tecnocraticas y avanzar definitivamente en una ciencia propia de nuestras condiciones tropicales.
Dicho de otra manera: Agrotóxicos-Transgenicos enfrentados o ser definitivamente sustituidos por los Preparados Biológicos-Suelos Agroecológicos. Se exige darle un vuelco estratégico a las razones estructurales de la agricultura nacional.
Avanza la Agroecología en Venezuela?
Como en otros espacios productivos nos presentan y como fue ampliamente debatido en el II Segundo Seminario Internacional de Politicas Publicas en Ciencia y Tecnología para la Transformación Social; es de interés destacar, que la crisis de los agrotóxicos y transgénicos la conjugan como una crisis más de la ciencia; de la ciencia agrícola; una crisis estructural-energética, teniendo como la razón y sustitución, en el nuevo paradigma científico y técnico fundado en la agroecología. Negarse asumir la evolución histórica de la nuevas ciencias del agro que implican el avance de la propuesta agroecológica, es también negarse abrir los nuevos espacios exigidos para acercarnos a debatir las autenticas políticas agroalimentarias que nuestra revolución exige. La agricultura nacional se encamina hacia un proceso de transición, discutir, programar y accionar en diferentes espacios y distintos niveles del conocimiento y la producción es el mandato único e inmediato para avanzar es nuestra autentica revolución agroalimentaria.
Destacamos; en distintos espacios productivos a nivel nacional, en Mérida, Barinas, Trujillo, Lara, Falcón y Portuguesa en los últimos cinco años el IPIAT ha sensibilizado 4137 productores en prácticas agroecológicas, de quienes se percibe que 711 están haciendo uso de dichas técnicas. Cifras que debemos evaluar, constatar y sistematizar sus despliegues.
Estos productores además de avanzar en un natural proceso de transición hacia la consolidación de la agricultura sustentable como lo establece nuestra Constitución Bolivariana; no han recibido apoyo del Gobierno Revolucionario y otros productores se han negado ante la ineficiente política crediticia de Fondafa, aceptar “Agrotóxicos” un sus paquetes tecnocrediticios.
Así mismo, como en otras latitudes se viene reflejando entre distintos movimientos sociales, la agroecología en su esencia libertaria nos conduce a ensamblar nuevos tipos de políticas para la agricultura y los diversos sectores agroalimentarios. Afirmamos tal aseveración, por cuanto la construcción de dichas políticas, parten desde las bases campesinas y productores entre un conjunto acciones sociales y productivas emprendidas en un delimitado lugar, espacio e interés comunitario construidas colectivamente. Allí radica el sentir y accionar de las nuevas políticas públicas para el sector agrícola. Es aquí donde se encuentra, el verdadero protagonismo por legitimar la nueva agricultura que necesitamos para nuestro país, creadas y forjadas desde abajo, en y con las bases productivas y su accionar revolucionario. Es tarea del gobierno revolucionario alcanzar y apoyar sostenidamente las tantas iniciativas que vienen en camino para enriquecer y fortalecer el programa o propuesta de transición que se ensambla.