Pompeyo Márquez

Este 21 de junio de 2017, ocurrió el fallecimiento de Pompeyo Márquez, a sus 95 años.

Fui su colaborador inmediato durante unos 30 años, en el Táchira en la época en que me desempeñé como dirigente regional del Movimiento al Socialismo y luego en Caracas, le acompañé en todo su trayecto como Ministro de Fronteras, desde 1994 hasta 1999.

En el año 2000, de mutuo acuerdo tomamos caminos políticos separados; él, anti-chavista, yo, chavista. No me arrepiento de haber sido su amigo y con su ejemplo, aprendí el ejercicio de la política.

Me referiré en este escrito al tema fronterizo que transité con él y en experiencia inédita la integración fronteriza, no solo con Colombia y el grupo andino, también con Brasil y el Caribe.

Pompeyo y la paz en Colombia

Asunto difícil y complejo, sobre todo en momentos y años en que se produjo el asesinato de de miles de militantes del Partido Comunista de Colombia y otros movimientos sociales, pero se afincaron con particular saña fascista en la Unión Patriótica. Creo que uno de los primeros políticos venezolanos en abordar el tema de la paz en Colombia y su negociación, fue Pompeyo, un actor transicional, al menos para detener la macabra matanza que ejecutaron personeros del gobierno colombiano del Presidente Belisario Betancur, coordinados con el capo narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha y los jefes paramilitares Carlos y Fidel Castaño. Tuve la oportunidad de acompañarle en una reunión en el hotel Tequendama de Bogotá en el año 1986, con Jaime Pardo Leal, Diego Montaña Cuellar y Orlando Fals Borda, dirigentes de la UP y Pompeyo desde su condición de senador y presidente de la Comisión de Economía del Senado venezolano, y miembro de la Comisión Negociadora Colombo-venezolana, designado por el presidente Jaime Lusinchi como facilitador en la búsqueda de acuerdos secretos para lograr el acceso de la izquierda colombiana insurgente a la lucha pacífica de ideas.

Pompeyo y la integración fronteriza

Pompeyo actuó como asesor político y parlamentario en el desarrollo de la primera Zona de Integración Fronteriza colombo-venezolana, movimiento binacional que incorporó a los pueblos fronterizos de Colombia y Venezuela, por iniciativa de los parlamentos estadales Táchira-Norte de Santander, Zulia-Guajira y Cesar, al constituirse en nuevas comisiones permanentes del Parlamento Andino en la VI Reunión Plenaria del Parlamento Andino realizada en Paipa, Colombia en 1987. Este proceso de integración fronteriza fue de tal impacto que se produjo una experiencia similar en la frontera entre Colombia y Ecuador y entre Colombia y Perú. La experiencia de las Zonas de Integración Fronteriza, fue incorporada en la Constituyente Colombiana de 1991, quedando plasmado el concepto integrador que luego originó la Ley colombiana 191 de fronteras de 1995.

Pero su concepto integrador, no tan solo se refería a los pueblos venezolanos y colombianos, también siendo ministro de Fronteras, emprendió un proceso de integración con Brasil y fue artífice del tendido eléctrico Venezuela-Brasil, para suministrar electricidad generada por Guri al estado brasileño de Roraima, negociando a cambio la prohibición de la minería ilegal de garimpeiros en los territorios amazónicos venezolanos.

Pompeyo siendo Ministro de Caldera, inaugura la integración de los pueblos indígenas al estado venezolano, al incorporar en 1994 a la líder indígena Noelí Pocaterra como representante de la etnia Wayuú en el Consejo Nacional de Fronteras, desde donde se emprendió el reconocimiento del hábitat indígena a 28 pueblos originarios cuya cultura, costumbres, economía e idioma tienen lugar en nuestra geografía fronteriza y la construcción de la aldea indígena Cojoro, e impulsar el plan cafetalero para los yucpa en la sierra de Perijá. Uno de los últimos decretos del Presidente Caldera dictado en enero de 1999, sirvió de base a la Ley de Demarcación y Garantía del Habitat y Tierras de los Pueblos Indígenas de Venezuela, de hecho fue una de las primeras leyes promulgada por la Asamblea Nacional en enero del 2001 y para delimitar los distintos hábitats para darles rango constitucional, el presidente Chávez creó la Misión Guaicaipuro en el año 2002.

Quedó pendiente un proyecto: Ciudad Miranda, a desarrollarse en la deshabitada isla La Tortuga, en el mar Caribe, frente al estado Miranda, como continuación del proyecto habitacional que se instaló en Isla Iguana, luego de un incendio que arrasó en 1997 un caserío de pescadores venezolanos en el archipiélago Los Testigos, próximo a Grenada, país caribeño.

Pompeyo y Ciudad Sucre

Pompeyo presentó en el año 1994 un programa de desarrollo fronterizo en donde el hecho urbano es predominante en el hábitat del pueblo venezolano y fundó Ciudad Sucre.

Ciudad Sucre, es una ciudad planificada. Es decir, su construcción, evolución y distintas actividades a cumplir en los próximos años, están previstas y para ello cuenta con un Plan de Desarrollo Local promulgado mediante la Resolución No. 3.003, del Ministerio de Desarrollo Urbano y publicada en Gaceta Oficial Extraordinaria No. 5.306, de fecha 4 de febrero de 1.999

Ciudad Sucre tiene importancia estratégica para Venezuela. En los próximos años Ciudad Sucre se convertirá en fachada de acceso a Venezuela con el cuarto puente internacional y será uno de los centros poblados más importantes del Alto Apure a orillas del rio Arauca.

Ciudad Sucre es hoy una realidad, con dos mil habitantes, gracias al pueblo venezolano que allí vive, superando el concepto de campamento militar en la protección del territorio y pleno ejercicio de nuestra soberanía.

En burla a este proyecto, desarrollado bajo una clara concepción socialista y con escasos recursos que fueron erogados del programa de Vivienda Rural del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, políticos de la cuarta república adecos y copeyanos, incluso planificadores chavistas, la denominaron en el año 2000, "las ruinas de Pompeyo" bajo el falso positivo de que ese proyecto en alianza estratégica, no tenia futuro, porque sus colonos iniciales fueron campesinos pobres yaracuyanos, entre ellos el hoy líder nacional Braulio Alvarez, jóvenes de barriadas caraqueñas, tachirenses de Queniquea y Pregonero, llaneros del alto apure. Incluso truanes de la política, en aviesa acusación, le enrostraron a Pompeyo supuesta corrupción. Fueron los mismos que en la última parte de su vida, le adularon.

 

 



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Feijoo Colomine


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