Si una debilidad tiene y sigue teniendo este proceso revolucionario en la actualidad, es la que se origina en lo que denomino, la Enfermedad del Anarquismo Organizativo en el seno de la sociedad toda. Esta enfermedad, tiene como causa fundamental, la inexistencia de referencias político organizativas claras y definidas, que permitan darle dirección, coordinación, continuidad, consistencia, eficiencia y eficacia a las acciones de los actores políticos y sociales interesados en los cambios propuestos, en función del logro de los objetivos, metas, tareas y lineamientos, referidos a la defensa integral de los derechos políticos, económicos, sociales y culturales de las grandes mayorías históricamente excluidas, por parte de dichos actores.
Los niveles de conciencia y organización del denominado Movimiento Popular Venezolano, -concepto que según el enfoque marxiano (de “Marxista”), ha venido siendo utilizado tradicionalmente en nuestro país, para significar la existencia de un bloque de clases explotadas, marginadas o excluidas –el cual estaría integrado principalmente por la Clase Obrera Fabril, los Asalariados en General, y Sectores de la denominada Clase Media, actores que hipotéticamente tendrían interés en las propuestas de transformación de índoles políticas, socio-económicas y culturales, planteadas por los voceros del Gobierno Revolucionario, y/o contenidas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y que estarían siendo intuidas por los integrantes de dicho movimiento, al estar dirigidas a crear las condiciones reales, más o menos permanentes, que mejorarían su estatus o sus condiciones materiales y espirituales de vida-; como refería dichos niveles de conciencia y organización siguen siendo precarios, y están caracterizados por la descoordinación, la dispersión y atomización, si tomamos en cuenta que el carácter de la movilización política de los sectores populares que lo conforman, está dada por expresiones de espontaneísmo, es decir que no responden necesariamente a los llamados, directrices o lineamientos de los entes de dirección política, vinculados o a los denominados Partidos del Polo Patriótico, o las Organizaciones Políticas y Sociales Afectas al Cambio, sino que han venido respondiendo a: 1. Su propio instinto político, 2. Su propia y particular percepción de los mensajes presidenciales, 3. La urgencia legítima de buscarle soluciones o respuestas a sus ingentes y agobiantes problemas, principalmente de naturaleza económica o reivindicativa, y 4. A la intención por parte de elementos minoritarios infiltrados, desclazados, lumpen -encorbatados o desarrapados-, y oportunistas de distinto tipo o variada calaña, para acceder al control de espacios de poder institucional o social, con la intención aviesa de lograr, mantener o profundizar privilegios, prebendas y botines, y garantizarse la satisfacción y perpetuación de sus intereses mezquinos e ilegítimos de carácter individualista, grupalistas, fraccionalistas, partidistas, y hasta nepotistas, siendo estos comportamientos derivados o no de la visión condicionada de vida, y de relacionamiento socio-político, ambos productos de la cultura populista rentista venezolana.
Cabe destacar que esta concepción marxiana del Movimiento Popular Venezolano, hoy por hoy está obligada a considerar como parte integrante del mismo, a esa inmensa porción de la Población Económicamente Activa, que constituyen los integrantes de la denominada Economía Informal, población compuesta por casi el 60% de las personas en edad de trabajar (16 a 65 años), la cual alcanza la cifra aproximada de 6 millones de venezolanos, por una razón de simple pero de vital significación, como lo es la propia sobrevivencia del Proyecto de Cambios, y es la que se conoce en sociología política como al sector con mayor interés revolucionario, y por tanto más resueltamente interesado en su impulso, concreción y profundización.
No obstante lo expuesto anteriormente, ese mismo movimiento popular en una demostración clara y palpable de CAPACIDAD POTENCIAL Y CINÉTICA PARA EJERCER EL PODER PARA SÍ, asumió directa y valientemente sin otras armas que su propia corporeidad, la DEFENSA DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO junto a SECTORES PATRIÓTICOS Y REVOLUCIONARIOS DE LAS FUERZAS ARMADAS, logrando tanto su restitución como la de la constitucionalidad y legalidad bolivarianas en un corto plazo de 48 horas, aún ante el vacío de dirección político-organizativa por parte de los partidos de la llamada ALIANZA POR EL CAMBIO, y de las auto-denominadas “VANGUARDIAS REVOLUCIONARIAS” o VANGUARDIAS AUTO-PROCLAMADAS, rebasando a estas instancias y HACIENDO FRENTE A LA ARREMETIDA FASCISTA, de las Cúpulas Corruptas, Podridas y Apátridas de Fedecamaras, la CTV y los Partidos Políticos de Vieja y Nueva Data, anidadas en la tristemente célebre Coordinadora Opositora.
Es conveniente y necesario reconocer, en favor de la concreción de los objetivos inmediatos y estratégicos del Proyecto Revolucionario en marcha, que el referido triunfo cívico-militar se logra, además del acertado, resuelto e inusitado comportamiento de los actores civiles y militares antes descrito, gracias a la propia debilidad evidenciada por las fuerzas contra-revolucionarias, expresada en la descoordinación entre los actores de la intentona, y la traición recíproca manifestada entre estos, derivadas del afán y ambición desmedidos de poder, así como al hegemonismo naturalmente excluyente de un Proyecto Totalitario y Fascista, prevaleciente en cada uno de estos grupos, circunstancias que fueron olfateadas por las masas irredentas y los soldados patriotas, permitiéndonos a estos últimos la oportunidad para dar al traste con sus intenciones anti-populares, anti-nacionales, y pro-imperialistas. En estas circunstancias, las múltiples y arduas tareas que implican asumir la transformación revolucionaria de la sociedad y del país, se vienen dando de manera anárquica y dispersa, debido a la inexistencia de al menos un Plan que de coherencia al accionar político organizativo, a los sectores más concientes ideológicamente de la necesidad de consolidación y profundización del Proyecto de Cambios, de sus bases o periferias, y del resto de la población motivada a apoyarlo.
Lo que quiero decir, en pocas palabras, es que las tareas políticas a ser asumidas para fortalecer la concreción de los múltiples y variados objetivos político-revolucionarios y programáticos planteados, están referidas a la formulación y ejecución de la Táctica Plan, como guía para la acción en lo político organizativo, y correspondiente formulación y ejecución de un Plan Estratégico y Normativo para Estimular y Fortalecer la Participación Protagónica y la Soberanía Popular, de tal manera que el Modelo de Democracia Participativa y Protagónica, contemplado en la vigente constitución, el cual implica en lo fundamental la transformación del modelo institucional democrático-representativo, y del tipo de relaciones sociedad-estado aparejadas por este, caracterizadas por el dominio del partido burgués sobre todas la dinámicas (socio-política y político-social; socio-económica y económico-social; y político-económica y económico-política), por el nuevo modelo de relacionamiento entre la Sociedad y el Estado, donde la sociedad, además de pasar a ejercer el derecho a participar en los procesos de toma de decisiones, de los Entes Institucionales del Estado, pasa a formar parte integrante de dichas instituciones, al tener potestad o poder para incidir en la Formulación, Diseño, Ejecución y Control de las Políticas Públicas.
En consecuencia, la presente propuesta está orientada a que dicho proceso de transformación, sea asumido mediante un Plan Científicamente Elaborado, tanto por los actores políticos y sociales afectos al cambio, en escenarios de participación democráticos creados al efecto, e igualmente asumido por los Entes Estatales Centrales y Descentralizados, Regionales, Municipales, Locales, y Sectoriales de Planificación, y que dicho Plan sea expresión de una Política Central y Fundamental de carácter permanente, de las instancias de decisión estatal y social, que permita conocer y reflejar transparentemente la intención de los actores políticos afectos al cambio o al “proceso”, a decir de los líderes revolucionarios y los sectores sociales interesados resueltamente a su impulso y profundización, ver y asumir con cada vez mejor claridad y mayor nivel de conciencia política, los objetivos inmediatos y mediatos de la propuesta de cambios revolucionarios, para darle concreción real e inmediata a los postulados constitucionales, en materia de participación protagónica y soberanía popular, que es el principal espíritu propósito y razón de ser de la Constitución Bolivariana.
En tal sentido, la propuesta inicial esta dirigida a los sectores más conscientes del cambio, a las direcciones políticas vinculadas al proyecto revolucionario, pero simultáneamente a los factores políticos y sociales sin representación en tales direcciones, pero resueltos y demostradamente ganados para el impulsar y profundizar referido cambio. Una propuesta previa esta dirigida a promover reuniones y encuentros, para discutir la visión del este Ante-proyecto, sus qué, cómo, cuándo, dónde y con quién, para inmediatamente pasar a formular el respectivo Plan de Acción, dirigido a su desarrollo, ejecución e implantación a través de toda la geografía nacional y en todos los rincones del país.
Asimismo, la presente propuesta está dirigida a estimular, crear y fortalecer instrumentos e instancias permanentes de participación popular, de coordinación organizacional intra-social, inter e intra-socio-institucional, dirigidos a elevar el nivel de respuesta popular en el escenario político organizacional revolucionario, y a unificar criterios tácticos y estratégicos de lucha y acción, en este importante escenario de la participación protagónica. Igualmente, se trata de mantener activa la estructura constituyente de los sectores populares afectos al proceso revolucionario, de manera de estar en capacidad óptima de responder a los ataques de la contrarrevolución, y de pasar a estadios superiores de modelo de estado al que está actualmente en fase de construcción, cuando las condiciones objetivas y subjetivas, internas y externas así lo recomienden y permitan.
A continuación se esbozan de manera muy general, parte de los grandes objetivos contemplados en el Ante-Proyecto existente:
· Estímulo y fortalecimiento de las organizaciones sociales y de las redes sociales, en función del conocimiento de los objetivos, alcances y tareas del proceso revolucionario en marcha, con especial énfasis, en la adquisición de conocimientos, habilidades y destrezas referidas a los procesos de organización social, autocontrol social, planificación local, comunicación alternativa, liderazgo, oratoria entre otros.
· Implantación y fortalecimiento de una estructura comunicacional de carácter intra-social y social-institucional, dirigida a democratizar el hecho informativo y comunicacional.
· Implantación y desarrollo de una política comunicacional multidireccional, dirigida a mantener informada permanentemente a la población, y a todos los escenarios de participación, acerca de los objetivos del proceso en cada uno de sus aspectos y particularidades.
· Implantación de los nuevos modelos de gestión pública, acordes a los objetivos establecidos constitucionalmente.
· Desarrollo de las alianzas interinstitucionales y con los actores económicos afectos al cambio, dirigidas a impulsar el presente Proyecto, en los niveles nacional, estadal, municipal, local y sectorialmente.
Finalmente, los invito a darle vida a esta necesaria fase democrática de difusión de la visión general y de los objetivos de este Ante-Proyecto, de manera de llegar lo más ampliamente posible a todos los actores políticos y sociales interesados, y a preparar los escenarios transparente y democráticos para su discusión, debate y concreción, e ir venciendo las concepciones voluntaristas, anarquistas, pragmáticas por un lado y a las burocráticas, cogollocráticas, sectaristas, autocráticas y oportunistas en general, del seno del movimiento revolucionario y popular, asumiendo integral y holísiticamente el proceso de cambios, enmarcándolo dentro de lineamientos tácticos y estratégicos, para así garantizar la consecución optima de los objetivos políticos y organizativos, inherentes a las propuestas de cambio revolucionario planteadas y por plantear, plasmándolos en los respectivos planes de acción, para sean asumirlos consciente y colectivamente, de manera responsable.
!!! IMPULSEMOS LA FORMULACIÓN, EJECUCIÓN Y CONTROL DEL PLAN ESTRATÉGICO NACIONAL PARA LA PARTICIPACIÓN SOBERANA Y PROTAGÓNICA DEL PUEBLO Y LA CONSOLIDACIÓN DEL PODER POPULAR ¡¡¡
¡¡¡ CONSTRUYAMOS Y FORTALEZCAMOS, CON BASE EN UNA VISIÓN LO MÁS COMPARTIDA POSIBLE, CON TODOS LOS ACTORES SOCIALES AFECTOS AL CAMBIO, LA ESTRUCTURA ORGANIZATIVA CONSTITUYENTE Y PERMANENTE ¡¡¡
¡¡¡ DERROTEMOS LAS DESVIACIONES ANARQUISTAS, PRAGMATISTAS, VOLUNTARISTAS, BUROCRATISTAS, SECTARISTAS, COGOLLOCRÁTICAS, AUTOCRÁTICAS, MERCANTILISTAS, ARRIBISTAS, VANGUARDISTAS, GRUPALISTAS, AMIGUISTAS, INDIVIDUALISTAS, EL AFAN DE PROTAGONISMO PEQUEÑO BURGUES, Y EL OPORTUNISMO DE CUALQUIER CALAÑA, DEL SENO DEL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO VENEZOLANO ¡¡¡
¡¡¡ DESTERREMOS Y SUPEREMOS LA DESORGANIZACIÓN, LA DESCOORDINACIÓN, LA DESMOVILIZACIÓN, LA DESARTICULACIÓN Y LA INCOMUNICACIÓN DEL MOVIMIENTO POPULAR VENEZOLANO !!!
¡¡¡ DERROTEMOS LA APATÍA, LA INCONSCIENCIA, LA IGNORANCIA, EL AUTOCRATISMO, EL CONSUMISMO, EL INDIVIDUALISMO, EL PESETERISMO, Y DEMAS DEGENERACIONES DEL MOVIMIENTO POPULAR ¡¡¡
¡¡¡ DESECHEMOS LAS ILUSIONES Y PREPARÉMONOS PARA LA LUCHA !!!
Atentamente;
JOSÉ IGNACIO ACOSTA SUÁREZ
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