Se ha dicho en ocasiones que hay personas que luchan un día y otros que luchan siempre y eso es una verdad inocultable y lo podemos reconocer en hombres y mujeres de nuestras familias así como en hombres y mujeres de la comunidad en la que vivimos, aunque también, lo que es de sobra conocido con igual fuerza,también podemos conocer a quienes suelen vivir trampeando.
Muy en particular esto hay que recordárselo a esos venezolanos que aspiran contar con el apoyo de la ciudadanía en el proceso de votaciones y lograr ser electos en calidad de Constituyentes.
Quienes nos representarán en la Asamblea Nacional Constituyentes deberán tener un sentido muy lógico para consolidar algunas leyes y diseñar otras que impidan, por ejemplo, que una cuerda de sabandijas logren contratos con las instituciones del Estado para hacer calles, aceras, pintar rayados, arreglar semáforos, alcantarillados, filtraciones, paradas del transporte colectivo, alumbrado, teléfonos, construcción de carreteras, escaleras, y cuanto servicio sea prestado a la sociedad.
Ello debe hacerse, porque todos sabemos que muchos contratan con el Estado, no prestan garantía alguna y, a los tres meses, observamos que los servicios prestados no funcionaron y hubo colapso. Es más, hay gente que contrata con el Estado, no tiene dinero alguno y hasta se dan el lujo de pedir el 50% adelante.
¡Es un gran y absurda realidad!
Casi siempre, hay acuerdos (de empresas o individuos) con el Estado y solicitan un 50% de adelanto, lo que pone de manifiesto que carecen de capital para trabajar y exhiben como sólido pretexto, el ser amigos del que está al frente de la institución o del departamento que requiere los servicios.
La cuestión está en que hay que solicitar -y por escrito- garantías sobre la ejecución y calidad del trabajo contratado y, desde que tengo uso de razón, eso nunca lo han pedido a los contratistas. Esa situación debe terminar de una buena vez por todas y exigir, con carácter obligatorio, las fianzas correspondientes, de lo contrario, multas y prisión.
Dicen quienes han estado por las autopistas de Noruega (Europa), que podrán lanzar cientos de aguja al aire y es muy difícil que una de ellas pueda caer parada en esas vías, porque sus construcciones no solo son altamente sofisticadas sino garantizadas en su utilidad, que no hay el más mínimo agujero y duran años.
¡Es lo que debemos hacer en la Constituyente!
Por todo ello, la ciudadanía debe saber elegir, pero debe hacerlo en función de aquellos luchadores de siempre y no de otros que se vienen colando por los palos para intentar sorprender y luego maniobrar dentro de la Asamblea Constituyente y de hecho, ciertos detalles de la actual Constitución vigente dicen que fueron "movidos" por manos oscuras que no dejaron que quedaran en la magna carta de 1999. Hay personas que luchan siempre, como los periodistas Alcides Castillo, Diógenes Carrillo y Aurelio Gil Beroes y docentes culturales como Freddy Sánchez, cuyos gremios los conocen, que no son personas inventadas, sino que vienen trabajando desde hace años y recibiendo también trancazos desde hace mucho tiempo, pero que también han visto florecer el esfuerzo que han hecho en función de sus compañeros. ¿Cómo dejar a los luchadores de siempre fuera de las luchas, si son esas las personas que la ciudadanía quiere tener como sus líderes. Particularmente, no me atrevería a dejar fuera de estas lídes que vendrán a la Asamblea Constituyente a personas que conozco como Jesús Faría y a quien no conozco como la ex canciller Delcy, tampoco a los veteranos de la Plataforma de Periodistas ni al líder de los jubilados y pensionados de cultura.
¡Ellos son luchadores de siempre!