¿La MUD piromaníaca u horno crematorio? Con tal no incineren a Chuo Torrealba

Allá lejos, desde el pie de monte hasta la parte más alta de la montaña, la oscuridad era absoluta por las noches, salvo aquellas de luna llena. Cuando la ciudad se alumbraba porque el sol había declinado, de aquellos recovecos de allá arriba nada se veía. De repente, una mala noche, comenzaron a percibirse fogonazos sordos, a lo largo del pie de monte y hasta llegar a la cima. Mas luego, empezaron a dispersarse en todas las direcciones de aquel espacio. Pasado el tiempo, la humareda denunciaba el fuego de allá arriba aun en los días más soleados.

En las noches, las llamaradas, aparte del mensaje algo más que simbólico e infernal que ellas portan siempre, para quienes miran de lejos, seguían siendo tan mudas como las humaredas del día, pero no dejaban de destruir todo a su paso allá arriba. Sólo se escuchaba el ruido de los árboles derrumbándose, el tropel y los gritos de los animales buscando donde guarecerse. Hasta el agua que bajaba, aumentaba su velocidad de caída huyendo al fuego y pegaba gritos al golpear las paredes del cauce y el entre golpear de las piedras que arrastraba.

Se cansaron de estar allá y vinieron bajándose a la ciudad. Aposentadas en esta, llenaron de humo los días de sol y de noche abrazaron la luz habitual de la ciudad. Igual de mudas continuaron y hasta ahora nada dicen, solo queman y generan temor, no tanto al calor que desprenden, sino a las ideas mudas que detrás de ellas se ocultan y acechan. Mientras esto sucede, la gente como callada, está esperando que el fuego, la muda lengua de las llamas, no les alcance.

Chuo Torrealba tuvo ahora destellos de sensatez y más que eso, dio una muy significativa muestra de independencia, audacia y hasta valentía. No es común escuchar al alguien, que desde el bando opositor, diga las cosas que él acaba decir.

A la entusiasmada MUD, como por arte de magia o brujería, unida en torno a eso de "Plebiscito", el Chuo le diagnosticó el fracaso. Aparte de asegurar que no está ese ente opositor "en capacidad de organizar ese Plebiscito del 16 de julio", pues según él, "no se trata de una consulta a la militancia sino al país todo". Luego, sarcásticamente se pregunta "¿Pá dónde va eso?"

Pero el Chuo se atrevió a más al señalar una contradicción evidente que el país todo percibe, pero la MUD no logra resolver, como no percibe el peligro del fuego. Pues denunció la imposibilidad de hacer una consulta de esa naturaleza, si su convocatoria corre paralela a la de "trancazos". Para Torrealba, "eso es posible", lo de la consulta plebiscitaria al pueblo todo, "sí sólo sí, hay un clima de razonable tranquilidad pública". Tanto es esto cierto, que desde la propia MUD se ha anunciado "trancazos" y otras de esas prácticas ya habituales, por lo menos desde hace más de 90 días, para sabotear la elección constituyente que promueve el gobierno.

Pero la MUD, eso no digiere. Para más evidencias que lo del Plebiscito no le importa en sí, sino solo es una pantomima, anuncian que "quemarán cuadernos de votación de su consulta popular a Plebiscito". Aparte que tal consulta no tiene asidero legal ni es nada vinculante, se cuidarán de no dejar rastros, para que nadie confirme los resultados o lo que es lo mismo, evitar que nadie termine dándole la razón a CHuo.

Un transeúnte, entrevistado por un medio de comunicación, quien se manifestó contrario a los dos bandos, pues calificó también como ilegal y sin visos de éxito a la consulta constituyente del 30 de julio, dijo lo siguiente sobre la misma:

"No vale legalmente, segundo que va a traer más violencia y más muertos y no dejará pruebas de los resultados".

Por todo lo anterior, lo que falta, relativo a los hechos conocidos que más adelante recordaremos y sobre todo por lo que tiene que ver con las hogueras, no con Adriano González León y "Las hogueras más altas", uno sin mala intención alguna, sino por simple asociación, o por uno de esos pálpitos de los cuales antes hemos hablado, sospecha que la MUD toda o quizás alguna gente sufre de la "tendencia patológica a la provocación de incendios".

La guarimba misma, que es como una creación nacional de la MUD, en eso andan desde muchos años atrás, hace honor y rinde culto al Dios fuego. Guarimba sin fuego es difícil hallarla o indigna de darle ese nombre. Como diría alguien con mal gusto y deseoso de apelar a un lugar común por demás ordinario, sería como arroz con pollo sin pollo. Guarimba es fuego. Y la guarimba que es fuego, se ha vuelto como la reina de toda protesta de la MUD. Eso que dieron en llamar "manifestaciones pacíficas", "Plantón" y ahora más recientemente "Trancazo", se mutan en guarimbas, pues el Dios fuego se abre pasos entre las trancas mismas para dejar la marca de su reino.

El fuego pareciera ser el mejor argumento de la MUD para exponer sus razones. Anoche mismo, mientras unos policías motorizados avanzaban por una autopista vigilando e intentado hubiese orden, estalló una llamarada y quemó a varios de ellos. Fue un fuego intenso y expandido.

Los muchachos que "combaten" en las calles llevan el fuego como estandarte, escudo y hasta argumento cultural, político e ideológico; si discrepas, el fuego se encargará de volver chamizas tus palabras e ideas y la síntesis natural saltará a la vista.

Es pues como si las guarimbas y los guarimberos se hubiesen vueltos piromaníacos, no sólo por sufrir de la tendencia a la provocación de incendios sino por creer al fuego medio, argumento, para solventar las diferencias.

Recuerdo unos años atrás cuando comenzaron la práctica de la quemazón, con gestos entonces como infantiles de quemar las palmeras que hallasen a su paso. Justamente, casi coincidió aquello, cuando la MUD, después de haber realizado unas elecciones primarias internas, incineró todas las pruebas, como para que nadie reclamase en caso de creer la habían hecho camonina.

Ahora, cuando las hogueras son altas y hasta cotidianas, como formas o recursos para protestar pacíficamente, la MUD anuncia, como una demostración de coherencia, lo que es asunto poco frecuente en ella, que quemará toda prueba de su consulta. Es todo eso lo que a uno le hace pensar que en la MUD, si no todos, unos cuantos padecen de piromanía y a la organización pudieran confundirla con un horno crematorio. Pues ya no sólo el fuego alumbra a las guarimbas, excita a los guarimberos y es arma para lo que se ponga por delante, sino que sirve para resolver u ocultar unos cuantos males, como los que pudieran derivarse del anuncio de las cifras.

Es bueno que Chuo y otros cuantos que pudieran estar pensando con sensatez y de repente embargados del "diabólico" espíritu de la paz y la convivencia, que no niega sirva para derrotar electoralmente al gobierno, tomen sus medidas de precaución, pues pudieran incinerarlos.



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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

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