He escuchado varias veces a líderes de la oposición venezolana y otras personas amigas, frases en contra de las bases comiciales a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) convocada para este año 2017. Insultos y tergiversaciones a granel, pero me ha llamado especialmente la atención la negativa a aceptar lo referente a elegir a un representante por cada municipio y dos por cada municipio que sea capital de estado.
Mi preocupación radica en escuchar como argumento para el oposicionismo que, por ejemplo, el voto de un ciudadano en el municipio/parroquia Chacao de Caracas vale 10 veces menos que el voto de un ciudadano que habita en el municipio Antonio Díaz del Estado Delta Amacuro porque Chacao tiene 10 veces más habitantes. Aclaro que el verdadero ejemplo que escuche no hacía referencia al municipio AntonioDíaz del Delta del Orinoco sino a "un municipio de por alláaa por Trujillo". Cambio el ejemplo al municipio deltano porque son tan olvidados por estos personajes oposicionistas, que hasta se les olvida despreciarlos.
La disconformidad por la base comicial que define la territorialidad en la Asamblea Nacional Constituyente es fácilmente rebatible con un simple ejemplo: Si en la Asamblea de las Naciones Unidas participa China con 1300 millones de habitantes, entonces, según el razonamiento oposicionista, China debería tener 44 embajadores más que nuestro pequeño país.
Amigos, en nuestro país, Venezuela, el poder público se divide en nacional, estatal y municipal, léase Presidente de la República, Gobernadores y Alcaldes, de manera que si se va a convocar a una ANC es lógico es que cada "unidad política primaria", así define al municipio el artículo 168 de la constitución vigente, este representada. Más bien yo criticaría que los municipios capitales de estado tengan dos representantes, pues en algo se viola la equidad.
Ahora bien, si aceptamos que la molestia causada por la base comicial tiene que ver con la dinámica social y los problemas clásicos que una metrópoli tiene versus la pasividad de un asentamiento rural, entonces con más razón la convocatoria a una ANC es pertinente, pues existe la necesidad de crear una forma de organización político territorial más accesible a las personas.
La unidad política primaria actual es el municipio, pero podría ser la parroquia. Cambio constitucional que reviviría las "juntas parroquiales", instituciones fallidas, pues jamás nadie supo dónde estaban y que hacían. A mi modo de ver las cosas, la constitucionalización de las juntas parroquiales tampoco solucionaría nada, imagínense ustedes el problemas de una única junta parroquial en la parroquia Petare, con 410 mil habitantes.
La solución es dividir, y definitivamente hay que ir a una forma de organización política territorial más pequeña que la parroquia. Una unidad político territorial del tamaño de la urbanización, del barrio, y esa es la comuna. Tómese en cuenta que cada barrio o urbanización está definida territorialmente mediante el catastro municipal, y se supone que si existe la urbanización o el barrio, ya existe la población y el territorio, por lo tanto solo hace falta el gobierno local para completar una unidad político territorial verdadera, real y seria, en donde la gente tenga sentido de pertenencia.
Miren, el 16 de julio, día del plebiscito que se convocó en contra de la ANC, me acerque hasta el improvisado centro de votación. Mi intensión era captar los elementos que me permitieran escribir algo sobre esa forma de participación política, que aunque ilegal fue y no tiene ningún tipo de acción vinculante, fue una manifestación de voluntades. Capte muchas cosas que me facilitó escribir jocosamente sobre el proceso, pero he preferido dejar ese escrito en mi archivo .zip y escribir el actual, pues necesario es convencer en lugar de vencer.
Ese día, el 16J , los vecinos se organizaron, colocaron un toldo en la cancha de baloncesto, había una logística de comida, de agua y hasta de seguridad. Los observe en detalle. Su comportamiento, la vestimenta, la forma de hablar, los teléfonos móviles, los selfies y por supuesto las muchachas, una más bella que la otra, había una con unos ojos verdes rayados que me enloquecía… También observe la cancha de baloncesto semi-destruida, la zona reservada para la urbanización como "centro comunal" (así como aparece en el juego capitalista Monopoly™) desde hace 20 años un terraplén enmontado y con pilas de basura, las calles sin señalización y el alumbrado destartalado.
Por un momento me puse a pensar que si estos vecinos tuviesen el poder, poder político y poder administrativo, pudieran hacer de ese terraplén sucio y baldío un centro comunal real, hermoso y funcional. La cancha de baloncesto pudiera ser un gimnasio cubierto, con sus sala de usos múltiples, con anfiteatro, zona comercial y su comisaria de policía, comandada y administrada por el consejo comunal…y ninguna de esas instalaciones seria una obra ejecutada por el alcalde de turno, sino por los vecinos de siempre….Ese es el estado comunal, la comuna. Lamentablemente la comunidad se organizó para votar en contra de sí mismos.