"El Comandante Chávez, decía: que en nuestro sistema tendremos aún muchas cosas que hacer y hasta rehacer. Esta es la tarea que nos planteamos ahora. Cumplirla no significa más que aprovechar a fondo el potencial creativo del socialismo y fortalecer nuestro régimen social. Es sumamente importante que el PSUV actué como promotor del actual proceso revolucionario, en el que participa todo el pueblo, todas las clases y sectores de la sociedad".
La meta final del proceso de renovación que vivimos, consiste en darle al pueblo venezolano una vida mejor, en entronizar los más altos modelos de organización del pueblo y principios de justicia social. No es utopía, ni fantasía, sino un plan real, basado en sólidos cálculos y pronósticos bien pensados. Tenemos todas las posibilidades para accionar mecanismos sociales que hasta ahora funcionaban a media capacidad, para quitarnos de encima cuanto entorpece nuestro avance e implantar lo que contribuye al progreso.
Los círculos políticos de la burguesía están dispuestos a especular con nuestra revolución, a discutir qué les conviene más, si una Venezuela débil o una Venezuela fuerte, democrática, según sus medidas, o no tanto. Hay quienes dudan de la posibilidad de materializar nuestras ideas o, especulando, fomentar la discordia en el mundo socialista, chavista. Oportunistas de diverso pelaje procuran interpretar a su manera los objetivos de los cambios. ¡Pero no podemos renunciar al perfeccionamiento de la sociedad socialista por el mero hecho de que el enemigo ideológico trama intrigas!
A nuestro modo de ver, una de las caracteriscas más importantes de la actual fase de desarrollo de la colaboración entre los países del socialismo es que hoy se da mucha más importancia al intercambio de experiencia acumuladas en la construcción del socialismo, y a la generalización de las mismas.
Podemos decir que hoy para juzgar de la seriedad de un Partido Socialista dirigente, hay que ver cómo asume no sólo su experiencia propia, sino también la experiencia de los países amigos. Para evaluar esta experiencia, tenemos no solo criterio: la práctica sociopolítica, los resultados del desarrollo socioeconómico y la consolidación efectiva del socialismo.
El socialismo ha marcado un viraje crucial en la milenaria historia de esta parte del mundo. Aquí, desde la conquista a nuestros días, las guerras fueron jalones. La derrota de la derecha y el triunfo de las revoluciones en los países de nuestra América crearon una nueva situación en el continente: se ha formado una poderosa fuerza que tiene el propósito de romper esa interminable cadena de conflictos armados.
Ha llegado el momento de reflexionar en cómo deben transcurrir los procesos integracionistas en ambas partes de nuestra América. Las leyes económicas universales son objetivas. Además, el mismo progreso científico y técnico nos impulsa a buscar formas de cooperación recíprocamente beneficiosas.
Pensamos que estos problemas no deben ser aprovechados como pretexto para dilaciones. A pesar de todo, confiamos en que el realismo político sabrá imponerse. Es demasiado lo que está en juego, se trata de cuestiones demasiado importantes para el pueblo venezolano. A los vacilantes quisiéramos recordarles el siguiente aforismo de Séneca: Cuando la persona no sabe hacia qué puerto se dirige, ningún viento le será propicio.
—Todos recordamos lo dicho por el Comandante Chávez: el socialismo íntegro puede ser creado sólo por un conjunto de intentos cada uno de los cuales será unilateral: "Quiso la Historia que en la primera etapa de formación del sistema socialista mundial, la Unión Soviética fuera el único país en tener experiencia en la construcción del socialismo". Naturalmente, esta experiencia servía de patrón. En la actualidad, ciertos países de nuestra América ya tienen un historial en el desarrollo del socialismo, durante el cual se han aplicado formas autóctonas y soluciones originales.
—No soy un fantasma cualquiera: Soy, El Libertador, que he venido a salvar a nuestra Venezuelas del Caos.