Poder Constituyente

Nadie puede dudar sobre la dura crisis que vive Venezuela en estos momentos. Es indudable reconocer que la escasez de alimentos y medicinas, la alta inflación que consume el salario de la población y los altos índices de delincuencia, son los temas de mayor preocupación para los venezolanos. En el año 2015, la oposición logró una inesperada victoria en la Asamblea Nacional con la promesa de resolver los problemas mencionados, pero en cambio, desde el primer momento cometieron el error de tratar de derrocar al gobierno en vez de concentrarse en cumplir las promesas que le dieron la victoria.

Ahora el mismo error lo comete la Asamblea Nacional Constituyente, pero con mayoría absoluta. Ocho millones de personas votaron con la misma fe bajo la promesa de solucionar la terrible situación económica, sin embargo, semanas después, el discurso sigue siendo eminentemente político, prácticamente vengativo contra la Asamblea Nacional y diferentes políticos opositores tan legítimos como los mismos. Una lucha de poder como la que tenemos en estos momentos no ayuda para nada en la solución económica, sino que más bien la empeora. La función principal de la Constituyente es redactar una nueva Constitución, pero como organismo en cierta forma de poder absoluto también puede colaborar en la búsqueda de soluciones mediante acuerdos entre las distintas ideas que conforman la patria, apartando las diferencias ideológicas; pero incrementando el enfrentamiento, amenazando y demás, lo que pueden provocar es una mayor crisis y la pérdida de votantes como le ocurrió a la Asamblea Nacional. Ambas asambleas saben que su victoria no se debe a que la población se volvió de oposición en 2015 o de gobierno en 2017; esos votos son de mayoría independiente que dan la confianza para solucionar los problemas. No vuelvan a cometer los mismos errores y concéntrense en el motivo de su elección, la solución de problemas y no en el ataque.

En todos los países del mundo democrático existe la cohabitación entre oposición y gobierno, la importante negociación política constante entre ambos para lograr objetivos en pro de la sociedad. Aprovechemos como nación esta oportunidad de unión con la Constituyente, alejándonos del odio y enfrentamiento al que pareciera no quiere abandonar una parte de la oposición y otra parte del gobierno, sin embargo, no olvidemos que justamente por eso el número de 545 constituyentes, suma importante de verdadero pueblo, el originario poder constituyente que puede y debe contribuir a los cambios de política económica por un mejor futuro nacional. Tienen en sus manos la causa justa de respetar la confianza de sus votantes que quieren soluciones, que desean un mejor país sin las divisiones que tanto daño nos han hecho y nos han llevado a escenarios de violencia que no podemos permitir vuelva a ocurrir.

gabriel984romero@gmail.com



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