Domingo 30 de julio de 2017. Emprendió el pueblo su gran hazaña histórica y contra viento y marea: rompe cercos opositores, vadea antepuestos para que con tenacidad de pueblo dictaminare su voluntad comicial de elegir su rumbo político.
Auto determina que únicamente con la paz pronunciada a través de 8 millones 89 mil 320 votantes significando un 41% y sin contar a los otros casi 2 millones a los que le fue truncado su derecho a la expresión del voto por una oposición que alegando ser mayoría tipificada según su cuenta en más de un 70%, no se atrevió a participar; rara forma de decirse demócrata, pero más extraño aún, consiste en declarar en 18 elecciones fraude, menos en dos que resultaron a su favor, no reconocer al ente CNE y desproporcianalmente ilógico después inscribirse para la nueva contienda electoral de gobernadores, como quien no quiebra un plato, es un acto pre-fratricida.
Hay que teorizar que el que es mandadero no toma decisiones. Una oposición fraccionada en mil pedazos sin el más mínimo serio planteamiento, que debe siempre esperar que su patrono mastique para ella poder tragar las sobras políticas.
Y otra vez de tumbo en tumbo van acometiendo el ridículo ante su disminuida militancia. Por cierto, no es del agrado de su gente y tiene rechazo nacional la posición apátrida de pedir medidas cuartantes económicas contra el pueblo ni mucho menos exigir una invasión armada y genocida; pero así ha ocurrido, la minoría política estrecha mayores vínculos con su mandamás imperio yanquis.
Se declara abiertamente contra-nacional y pide exterminar todo rasgo de vida nacional. Bajo amparo de Santos-Uribe adulador y acomodador de sillas de los presidentes gringos y con ínfulas de poder contenidas en 7 bases militares que pisotean la dignidad colombiana.
La ANC se irá constituyendo cada vez más en pueblo abierto, para que los pueblos vecinos comparen y elijan entre ¿qué es más democrático; sí vivir de rodillas, cabizbajo o constituir la dignidad de nuestra raza indómita indo-afro-mestiza? El sí atrevernos a la libertad; porque temer te hace sempiternamente más esclavo y vivir y morir de esa manera es vergonzoso y muy deprimente.-