Así lo escribió el guerrillero de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional de Venezuela, FALN, y del Frente Sandinista de Liberación Nacional, FSNL, de Nicaragua, Alí Gómez García, caído en 1985, en cumplimiento de su deber.
Pedro Estacio
En el 2016 salieron unos 2 mil ejemplares de Francisco de Miranda, Peregrino de la Libertad que escribió el permanente camarada Alí Gómez García, soldado de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, (FANL), en el que como el mismo escribiera, analizó la vida y el proyecto de Miranda, que luego sería perfeccionado por el Libertador Simón Bolívar hasta donde pudo y, allí escribió que, hasta donde había observado, dicho proyecto, "nada tiene que ver con la cristalización de la ideología burguesa propiamente dicha".
El trabajo del guerrillero de La Vega, que por cierto también formó parte del Frente Sandinista de Liberación Nacional, (FSLN), fue tomado por la Fundación Editorial El Perro y la rana e impreso en la Imprenta de la Cultura.
Escribía para entonces, quien fue estudiante de la carrera de Medicina en la Universidad Central de Venezuela, UCV, "Hace rato que la burguesía se hizo del poder en América Latina sin que ello haya conllevado a la materialización de los sueños de Miranda o de Bolívar. Bastante tiempo y recurso ha tenido para aplicar las recetas rousseaunianas como le ha dado la gana, pero nunca se ha atrevido a dar el golpe de timón antimperialista como lo dieron los padres de la patria, y más bien se ha aliado a "los vecinos del Norte", cuya fortaleza estriba en nuestra división. En su momento los yanquis llamaron al Libertador, y por ende a Miranda: "Estadista teórico de imaginación fermentada con los propósitos flotantes e indigestos de esa gran confederación americana".
La realidad ha venido demostrando, precisamente, el hecho de la división que ha venido siendo sembrada en todo nuestro continente sureño. Ciertamente, la penetración de valores ajenos a nuestra propia cultura no ha sido nueva, vino penetrando siglos antes por quienes siempre ambicionaron el poder y el capital y quienes financiaron la llegada a estas tierras de los españoles, por supuesto, poquísimos de ellos, quizá algunos sacerdotes, relacionados con alguna ética, con esa moral que debiera cobijar a todos los seres.
Y en torno a esa división de los americanos del sur Simón Bolívar siempre tuvo alta claridad, frente a ello oponía e insistía en la unidad como elemento de fortaleza. También lo esgrimía Hugo Chávez y ahora lo esgrime como un estandarte el Presidente Nicolás Maduro acompañado de los importantes líderes del PSUV.
El secreto está en la unidad y pese a que Alí Gómez García haya muerto con su certeza a cuestas de que "...la empresa de Miranda y Bolívar sigue trunca" y de que "No va a ser fácil culminarla, sobre todo si dejamos a esta burguesía, socia de los búfalos rubios, seguir conduciendo nuestros destinos nacionales", no es menos cierto que las agresiones a la República Bolivariana de Venezuela, por parte precisamente de los búfalos rubios y las cabras criollas que siempre jalan para el monte, han ido consolidando una unidad como nunca antes había existido en esta tierra.
Una unidad está encontrando eco y se inserta en un remolino que recorre el país en todas las direcciones y se levanta como muralla apertrechada para defender al país del asalto pirata. La convocatoria para elegir a la Asamblea Nacional Constituyente da una idea de lo que los venezolanos quieren, es decir, eliminar de una buena vez por todas las agresiones y consolidar unido a un país que desea tomar el rumbo de la paz y la producción.
Es lo que Alí Gómez García hubiese querido atestiguar y por eso sus palabras escritas ayer, hoy suenan como río en crecida:
"Para nosotros, cachorros legítimos de Bolívar y nietecitos del viejo Francisco, el problema está en armarnos de la dignidad y clarividencia, internacionalismo, sentido de la diplomacia y consecuencia mirandinos, de la terquedad creadora de Simón y la pureza y el corazón de Sucre". A esas palabras solo anexamos lo dicho por el Presidente de la República Popular de China, Xi Jimping, quien en la reunión de los Brics sostuvo, recordando una antigua de China, que decía: Una flecha sola puede ser rota fácilmente, pero romper 10 flechas es muy difícil.