—Todos podemos comprobar que cuando las masas se adueñan de ciudad o nación muestran siempre una especie de temor supersticioso frente a Bancos y banqueros. Han matado reyes, generales, obispos, policías, curas y demás representantes del odiado privilegio; han saqueado e incendiado iglesias, palacios y hasta centros de enseñanza; pero siendo revoluciones económicas-sociales respetaron la vida de banqueros y han resultado intactos los soberbios edificios de los Bancos…
Todos recordamos lo dicho por Lenin: el socialismo integro puede der creado sólo por un conjunto de intentos cada uno de los cuales será unilateral. Quiso la Historia que en la primera etapa de formación del sistema socialista, la Unión Soviética fuera el único país en tener experiencia en la construcción del socialismo. Que no sólo es importante conocer la postura de los camaradas de partido, de movimiento, sino también lo que dice de nosotros nuestro enemigo de clase, puesto que, primero, expresa descolladamente sus conceptos y, luego, ve con más perspicacia las debilidades que pueda haber en nuestras posiciones. Naturalmente, esta experiencia servía de patrón. En la actualidad, ciertos países ya tienen un rico historial en el desarrollo del socialismo, durante el cual se han aplicado formas autóctonas y soluciones originales. Ningún partido tiene el monopolio de la verdad. Y cae de su peso que todos ellos están vitalmente interesado en utilizar todo lo alcanzado en el mundo socialista.
En nuestro país, el socialismo no puedo mostrar todas sus posibilidades, ni la riqueza de su contenido, no sólo por motivos subjetivos, sino también debido a una situación histórica. Demasiado complejas, cuando no crueles, fueron las condiciones objetivas, nos vimos obligados a construir una sociedad socialista en Venezuela: la constante presión del imperialismo, la intervención armada, la guerra civil, el bloqueo económico, las provocaciones bélicas, que requiere enormes esfuerzos y sacrificios del pueblo venezolano. Esa es la situación concreta en que el pueblo vive y lucha para construir y desarrollar el socialismo.
El avance hacia este objetivo no obedece exclusivamente, ni mucho menos, a consideraciones de orden moral. Este avance responde a los profundos intereses de todas las naciones de nuestra América, porque en nuestro siglo, cuando todo está relacionado, aumenta el número de problemas que sólo pueden ser resueltos con los esfuerzos aunados de la comunidad. ¿Acaso no debemos unir esfuerzos para luchar contra fenómenos tan peligrosos para nuestro pueblo como el terrorismo, la delincuencia y la drogadicción?
Nuestro objetivo no es otro que vigorizar consecuentemente el poder del pueblo trabajador, ofrecerle plena libertad de crear, ampliar el sistema de garantías de las libertades y derechos políticos y civiles de los venezolanos. Se sobreentiende que las leyes y las garantías socio-políticas son instrumentos que deben garantizar y proteger estos derechos y libertades. Eso está en plena consonancia con los pactos internacionales de derechos humanos.
—Al ser la Revolución para el pueblo la única realidad absoluta, la economía y política son en verdad en tanto y cuanto llevan a la revolución. La verdad subjetiva y hasta en lo moral no existe; será verdad o error; pero al ser para el pueblo la revolución, para todo autentico revolucionario contra la burguesía exige coraje, audacia y espíritu de sacrificio.
¡Chávez Vive, la Lucha sigue!