"¿Acaso la verdad no tiene más valor
que todas las palabras falsas juntas?"
Rabindranath Tagore
¡QUIEN TENGA OJOS QUE VEA!
En medio de un calor intenso, y fuertes amenazas de lluvia, que por momentos se hizo presente en algunos estados del país, transcurrió el 15 de octubre; fecha para no olvidar, por sobradas razones, entre ellas: el pueblo votó, con pocos incidentes, en sana convivencia. El triunfo de las fuerzas de la paz, es algo digno de exaltar a su máxima expresión, por el momento que estamos viviendo. Para nadie es un secreto, la inaguantable situación económica, sacudiendo el bolsillo de la población con tanta fiereza, que se necesita, precisamente la conciencia puesta de manifiesto por más del 54 % de los votantes venezolanos, a la hora de acudir a los centros de votación. Nuevamente el pueblo, le ha demostrado a los guarimberos, y a todos aquellos, que convierten cualquier noticia, en un motivo para atacar al gobierno, y al presidente Nicolás Maduro, que Hugo Chávez Frías, nunca aró en el mar, por el contrario, le abrió el entendimiento para enfrentar las dificultades con la fuerza de la razón, y el amor por sus semejantes.
La guerra contra el pueblo ha sido inclemente, pasando por varias etapas; desde los actos vandálicos, dejando una cifra de muertos, y heridos, el cual reclaman la mano eficaz de la justicia, para enjuiciar a los responsables. Las amenazas del imperialismo se profundizaron con la llegada de Donald Trump, al gobierno estadounidense, con sanciones económicas sin ninguna justificación, con el visto bueno de sus títeres criollos –Julio Borges, Freddy Guevara, María Corina Machado, y algunos otros, que no vale la pena señalar– hasta llegar a la profundización de un ataque sin precedente, al elevar los precios de los artículos de primera necesidad, y en muchos casos desaparecerlos, y como si esto, no era suficiente, arremetieron contra la moneda venezolana, creando un caos a las puertas de las entidades bancarias.
Nada de esto, surtió el efecto esperado por parte de la derecha fascista. En algunos centros de votación, el cual tuve la oportunidad de visitar, se podía constatar, como la gente se encontraba esperando su turno, para enfrentar la violencia con el voto, de la misma manera, como lo hizo el 30 julio, cuando acudió a votar para elegir la asamblea nacional constituyente, rechazando a los que tratan por todos los medios, de llevar al país a un enfrentamiento entre hermanos, para después justificar la invasión, el cual para un grupo de la derecha es una obsesión.
Por algo dice el refrán: "No hay peor ciego, que el que no quiere ver". Después de 22 elecciones en medio de un proyecto, atacado de todas las formas posibles, los enemigos de la patria, siguen presentando globos de ensayos, para tratar de quebrar la resistencia, y la moral de un pueblo amante de la paz. Sin embargo, todas las expresiones en las colas, era de una absoluta tranquilidad, y en muchos casos, escuché la expresión: ¡Ya voté por la paz!
El resultado es un duro, y certero golpe a los enceguecidos por el odio. De 23 gobernaciones, 17 quedaron a favor del proyecto representada por el chavismo; 5 en manos de la oposición y una está en discusión–el estado Bolívar– en medio de una altísima votación, impensable en algunos países, que forma parte de la jauría en contra de nuestro país, empezando por los Estados Unidos, y para no ir muy lejos, la hermana República de Colombia.
Los que han pretendido hacer el papel de pitonisas, tienen una nueva tarea: rebuscar en los manuales del imperialismo, para empezar las justificaciones ante el fracaso de sus predicciones. Han demostrado un desprecio total a la conciencia del pueblo, y mientras sigan incitando el odio, chocaran con las fuerzas de la paz, el cual se terminan de consolidar, y por lo tanto tenemos el deber de cuidar, como nuestras propias vidas.