A veces uno no quisiera “gastar pólvora en zamuros”, dice un dicho, cuando se trata de hablar sobre la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), pero de verdad es que esta gente no deja pasar un día sin que le tiente a uno las ganas de tener que escribir algo sobre sus malcriadas composturas.
Esta vez la mal llamada MUD la botó –aprovechando que estamos en temporada de béisbol- fuera del estadio. No más se supo que cuatro (adecos), de los cinco gobernadores de la oposición se juramentaron ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), como debe ser, de seguidas comenzó el tome y dame, es decir, una pelea campal a cuchillo limpio, entre los propios “líderes” que representan a la ultra derecha venezolana y, desde luego, al imperio.
Veamos cómo comenzó todo este embrollo que solo lo entienden sus propios protagonistas, porque lo que es el electorado cada vez está más convencido que es necesario alejarse de estos violentos, que solo viven para la diatriba y promover la violencia.
“Vente Venezuela”, el partido de María Corina Machado, fue uno de los primeros en pronunciarse. En la voz del coordinador nacional de esa organización, Henry Alviarez, destacó: “En ustedes, señores de la MUD, no confiamos”, dejando en claro que lo mejor es estar alejados de esa gente.
En el caso de “Voluntad Popular”, el partido del preso Leopoldo López, y de su querubín, Lilian Tintori, informaron -muy molestos ellos- que “no participarán en las municipales y por el contrario, proponen una nueva alianza opositora”.
El viejo “zorro” en política del partido Acción Democrática (AD), Henry Ramos Allup dijo por su parte que él no es responsable que los cuatro gobernadores adecos se hayan juramentado ante la ANC, como queriendo “escurrir el bulto””, mientras que Enrique Capriles lo recriminaba y anunciaba , al mismo tiempo – con mucha arrechera- que él se retiraba de la MUD.
Mientras toda esta “pelea a cuchillo” se acentúa cada día más entre la oposición, los cuatro gobernadores electos por AD se reunieron, compartieron, e incluso sonrieron, con el presidente Nicolás Maduro, quien los atendió, de manera muy amable, como debe ser, en el palacio de Miraflores, a donde los invitó para trabajar juntos por cada una de sus regiones.
Entre tanto la gobernadora del Táchira, Leydi Gómez, la emprendió en contra del propio gobernador electo del Zulia, Juan Pablo Guanipa, al extremo que aseguró que el mandatario electo, por Primero Justicia (PJ), “abandonó a su estado por seguir líneas partidistas y no la del pueblo.
La bella mandataria tachirense recalcó además, léase bien, que su partido (AD) no la autorizó para juramentarse ante la ANC, a pesar de que la gente pidió que fuera y asumiera. Aseguró, en este sentido, que tiene el documento donde todos los miembros de los sectores profesionales firmaron “para que fuéramos a la ANC”.
Gómez finalmente dijo que los cuatro gobernadores adecos han sido criminalizados, al extremo –como para caerse de pa´ tras- que el propio “presidente” de la Asamblea Nacional (AN), Julio Borges, les negó el acceso a las instalaciones del palacio Legislativo.
Pero no todo quedó allí. El diputado a la AN, por el partido un “Nuevo Tiempo”, Enrique Márquez, rechazó de plano la juramentación de los cuatro gobernadores adecos. Calificó el acto de “incoherente”, que debilita a la oposición, como en efecto pensamos la enterró.
El alcalde del municipio Baruta, del estado Miranda, Gerardo Blydy también esgrimió su filoso cuchillo para entrar en la pelea. Manifestó que los gobernadores que tomaron juramento ante la ANC se “sometieron a la barbarie del poder”.
Capriles, sin poderse desprender de su euforia, se refirió al gobernador del Zulia, Juan Pablo Guanipa. De entrada dijo que contara con su apoyo, por ser el único candidato opositor que no se juramentó ante la ANC. “Los principios y la coherencia valen”, dijo.
Juan Pablo Guanipa, sin querer saber nada, hasta hora del Palacio de Los Cóndores, allá en el Zulia, destacó que llevará su caso a la instancia internacional. Veremos.
Sin desear quedarse fuera de esa pelea de bravos ´´canes”, el jefe de la Fracción Parlamentaria de la MUD, Stalin González, destacó que la decisión adoptada por los gobernadores opositores no fue ordenada o dirigida por la MUD.
Ramos Allup, como buen contrincante, volvió a entrar en pelea, esta vez con un cuchillo en la mano, viejo y oxidado, que le dejó aparentemente de herencia Alfaro Ulcero. Para quedar bien con Dios y con el diablo, destacó que en AD existe la figura, según sus postulados, de un artículo que contempla la “auto-exclusión”, lo cual quiere decir que los cuatro gobernadores que se juramentaron ante la ANC se quedarán sin partido, aunque no sin pueblo.
Por cierto, el ex gobernador de Mérida, William Dávila, (adeco hasta que se muera) pidió que rueden las cabezas de los cuatro mandatarios regionales.
Entre tanto, mientras este numeroso grupo de opositores se descuartizaban a cuchillo limpio, el ex gobernador de Lara, Henry Falcón aprovechó el descuido de sus oponentes internos para anunciar que asomará su nombre en las elecciones presidenciales, al tiempo que reconoció que en Lara el proceso electoral fue limpio y transparente, lo cual le valió el reconocimiento del propio presidente Nicolás Maduro.
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