"La realidad es un asco, la odio, la odio; pero ¿en que otro sitio se puede encontrar un buen bistec para la cena?" Woody Allen
En el día de ayer se produjeron dos noticias importantes, las cuales pueden entenderse de distintas maneras según el cristal con que se les mire. Por un lado, la Ley Constitucional Contra El Odio, por la Convivencia Pacífica y la Tolerancia, que establece pena de 10 a 20 años a quien fomente, promueva o incite al odio, la discriminación o la violencia. Por el otro, la SUNDDE establece los nuevos precios de la carne.
Sin duda, estos precios conducen a transgredir esa nueva ley, porque basta con mirar los precios acordados en relación a la carne para comenzar a sentir odio por la forma en que se manejan los acuerdos, y que dejan los precios sumamente altos en relación a los sueldos y salarios que se devengan actualmente. ¿Cómo es posible que los precios de la carne oscilen entre 38 y 80 mil bolívares? ¿Quién puede darse ese lujo de comer carne? Sospecho que serán los perros, cuando la carne ya esté podrida en las neveras, porque nadie la compra.
De por sí, los precios de la carne acordados por la SUNDDE parecen haberse logrado con odio hacia el pueblo. Debería ser la SUNDDE la primera institución castigada por esta ley. ¿Sabían sus expertos negociar con real conocimiento del valor del ganado en pie? Creo que fueron unos acuerdos que incitarán al odio del pueblo cada vez que sienta necesidad de comer carne.
Por ejemplo, para quien no sepa los acuerdos logrados y se presenta a una carnicería a comprar un kilo de cualquier parte de la vaca, sería interesante filmarlo con cámara oculta para ver sus reacciones de odio hacia el carnicero, hacia quien hizo los acuerdos, hacia la realidad que se vive.
Valdría la pena preguntarse, ¿Logró la SUNDDE los mejores acuerdos? Creo que no, y para que no siga habiendo odio, es mejor que revisen nuevamente esos acuerdos, porque si no la ley contra el odio va a tener bastante campo de acción.