“ Desde donde estás, Che,...bendice a los que tienen vergüenza de confesarse de izquierda y de declararse
socialistas”
Frei Betto
Partimos
de algunas aseveraciones hechas anteriormente donde afirmamos- toda revolución
es subversiva en esencia consigo misma-El planteamiento o propuesta de la
construcción del partido único de la revolución , ha comenzado a mover costras
y lastimar algunas ronchas, más en el seno de los partidos políticos que dicen
apoyar el proceso revolucionario
bolivariano, que en las filas de los
partidos que se reconocen de derecha.
Desde
hace rato posiciones progresistas han manifestado la necesidad de un cambio de
paradigma, eso no es otra cosa que empezar a ver de otra manera la realidad del
mundo que nos rodea; significa entonces, analizarla y proponer elementos
nuevos, significativos y necesarios. Pero a la vez implica deponer actitudes,
posiciones o intereses individuales, o grupales que a veces anteceden a algunas
posturas. Alguien dijo “ la naturaleza
que nosotros vemos no depende solo de cómo es ella, sino de cómo estamos
nosotros preparados para verla... una nueva visión de las cosas aunque nos
cueste dolores de cabeza, no es una negación de la realidad evidente”.
Desde
la tercera y cuarta república nos introyectaron la cultura del
“pluralismo político”, del “pluripartidismo”, cuando en realidad lo que
funcionó por mucho tiempo fue la democracia representativa y el bipartidismo
con toda su carga demagógica.
Con
esa herencia a cuesta como cultura política arribamos a este proceso, algunas
veces con la creencia de que la proliferación de partidos y organizaciones
partidistas fortalecían y acentuaban la democracia, valdría la pena tomar en
cuenta las palabras orientadoras del Che cuando decía “los defectos del pasado se trasladan al presente en la
conciencia individual y hay que emprender un continuo trabajo para
erradicarlos”.
Para
muestra un botón, dice un viejo refrán. En esta coyuntura política electoral donde vamos a ratificar al
comandante Chávez como presidente y líder conductor de esta revolución, un cúmulo de partidos
nuevos y viejos, con mucha o poca militancia se apiñaban para inscribir o
remozar su vigente actualidad comicial.
Los
que fuimos educados políticamente bajo la información marxista-leninista, nos
causa mucha satisfacción la propuesta del comandante, porque siempre tuvimos
(por lo menos durante nuestra militancia partidista) la convicción de que era
necesario la construcción del partido único de la revolución, como vanguardia
garante de su permanencia en el tiempo. Hoy a diferencia de otras militancia no nos causa el menor asombro este
anuncio; en vista de esto instamos abrir
el debate sobre la necesidad de esta nueva estructura. Inundar toda la geografía nacional en todo los rincones de información (por todo
los medios) sobre el porque y para que la concreción de un partido único es
parte de la tarea formativa e informativa que se debe realizar con el
pueblo. Es necesario empujar a los
sujetos políticos de los partidos y movimientos autónomos, a una revolución
estructural en el ámbito del mundo que rodea este proceso bolivariano,
insistimos en la necesidad de mirar la
realidad con una mentalidad de renovación; estoy persuadido de que abrir este
debate en todo los espacios y escenarios, no en cúpulas de partidos, en
organizaciones verticales, ni en el cenáculo de las luminarias intelectuales,
sino en los terrenos donde no es capaz de descender la ironía ni el cinismo,
allí en los micro territorio donde se
construye día a día y a veces hasta imperceptible la revolución, esa es la
tarea. Eso supone para algunos correr un
riesgo, hurgar en lo desconocidos, transitar caminos no experimentados, pero
también implica darle aplicabilidad a lo que ordena nuestra guía principal: la
Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela; hacer real y verdadera
la democracia participativa y protagónica. Romper de verdad el dique conceptual e ideológico de viejos paradigmas.
El
partido único de la revolución no significa que una corriente o tendencia sea
más revolucionaria que otra e imponga su hegemonía, no es el absolutismo
fundamentalista; es por el contrario la síntesis donde se concreta la unidad
dentro de la diversidad para trabajar bajo el nuevo consenso por el fin que
verdaderamente nos debe unir: conducir este proceso bolivariano al socialismo. Juntar todas las fuerzas afines pero
dispersas en un solo partido, es garantía de sustentabilidad de un sistema
revolucionario.
Después
del triunfo electoral del 03 de diciembre de 2006,vamos a una nueva etapa que debe contemplar: la
profundización de la revolución en el plano político e ideológico, la revisión o fortalecimiento de algunos
instrumentos legales (leyes, decretos, resoluciones, ordenanza, reglamentos,
entre otros) , estilos de gobiernos y métodos gerenciales en la superestructura
del estado (instituciones y ministerios) y lo que tiene que ver con el partido
único de la revolución. Valdría la pena
someter a una amplia consulta popular (usando una verdadera
metodología-participativa-inclusiva-vinculante) para que explique en la propuesta
cuales son los supuestos iniciales, sus postulados básicos, la fundamentación
ideológica, la orientación política, así como el cuerpo articulado por el cual
se regirán los sujetos, para que sean sancionados ampliados y fortalecidos por
el constituyente primario y pueda gozar de verdadera legitimidad social
y política.
Finalmente
digo que tengo la plena convicción de que es necesario hacer el intento de
consolidar una estructura única como partido de la revolución, necesario es repito facilitar todos los espacios e
instrumentos donde las comunidades organizadas , individualidades y sujetos
sociales puedan aportar a esta importante propuesta.