Nada brinda mayores victorias que depender de las propias fuerzas para alcanzar la derrota del oponente. Aunque un esmerado estudio de las estrategias sobre cómo el enemigo plantea sus fuerzas para la confrontación final nunca estará de más, y siempre resultará de obligado esmero para todo buen estratega, es menester no olvidar y siempre mantener presente que "en los detalles habita el diablo".
Prácticamente a la vuelta de la esquina tenemos el 10-D por lo que deberíamos estar consciente que todo error u omisión nos podría arrastrar hacia el más desvergonzado arrepentimiento.
No cabe duda que los candidatos del chavismo vienen realizando y debieran aún más afincar el incansable esfuerzo por convencer al pueblo venezolano de una gran realidad: ellos son la única luz que al final del túnel puede acabar con esta Guerra Económica. Sobre todo cuando es notorio y vergonzoso cómo los candidatos de la oposición vienen haciéndose los desentendidos, delatando su apoyo a la misma, ante cualquier medida que signifique combatir aquellos sectores que hoy en día nos mantienen en este estado de permanente zozobra, únicos culpables de esta inducida e inaguantable alza de precios, por lo que nada descabellado fuera tildarlos de los históricos Grinch o enemigos de la Navidad del venezolano.
Irresponsabilidad que seguramente nos puede dar el aliento adicional y necesario para cómo remontar los actuales desafíos, sumando sectores que históricamente han sido ajenos a nuestro radio de influencia. El pueblo hoy en día requiere de una sostenida e implacable mano dura contra los culpables más visibles e inmediatos de las carencias y vicisitudes a que se lo tienen sometido, una manera de devolver los coñazos y la vergüenza diaria que estos desgraciados mercaderes del hambre ocasionan.
Sin rubor alguno los principales voceros de la oposición vienen reconociendo y afirmando que las estrategias anti Guerra Económica del Carnet de la Patria y los CLAP han logrado convertirse en herramientas organizativas de mucho impacto para nuestro pueblo, por lo que de inmediato se han abalanzado hacia su ataque y descalificación. Así como se ha intensificado la falta de efectivo, saboteo al pago electrónico, en este momento los rumores en contra de los CLAP recorren peligrosamente nuestras comunidades.
Los candidatos Omar Prieto y Willy Casanova inmediatamente debieran de concentrar esfuerzos para que en el Zulia (sobre todo en Maracaibo) se cumpla los prometido por el presidente Maduro. Actualmente no hemos acrecentado más nuestras fuerzas por el poco estratégico manejo que se le viene dando a esta colosal herramienta, sobre todo en el área informativa, permitiendo que la incertidumbre corroa agresivamente el halo de esperanza irradiado por nuestro presidente.
Lo que actualmente sucede en PDVSA, y no descartamos en buena parte de las Instituciones del Estado, no menos que representa el hervidero con el que se pretendía "cocinar" nuestro prometido final. La total ausencia de chavistas en Gobernaciones y Alcaldías en manos de la oposición nos resulta, incluso, hasta de lo más normal y apropiado. Mientras que en las propias y estratégicas instituciones del gobierno, donde reposa la soberanía y defensa de la nación, hoy en día los infiltrados opositores no sólo han llegado a la Presidencia de PDVSA sino hasta el mismísimo Ministerio de Energía y Petróleo.
Suele decirse no sin una amarga realidad, que "si quieres perder un militante dale trabajo". Resulta asombroso como fácil le resulta algunos compañeros, en puestos claves, doblegarse al estamento burgués de nuestras instituciones y desconocer toda responsabilidad con nuestro sobrevivencia. La manera como algunos desatienden la responsabilidad electoral hacia con nuestros candidatos debiera ser motivo suficiente para determinar su compromiso revolucionario y futura lealtad.