Mostraron las municipales del 10 D

Gran espacio político para un proyecto alternativo de cambio de gobierno y salida a la crisis

En un análisis anterior, publicado el 18/12/17 -www.aporrea.org/actualidad/a256666.html- decíamos, refiriéndonos a las elecciones de alcaldes que, "si revisamos los votos por otras opciones distintas del PSUV y de los partidos de la oposición de derecha o centro-derecha, nos encontramos con un fenómeno nacional de búsqueda de alternativas independientes por fuera de la polarización".

Decíamos que, también "estos votos expresan a sectores que se apartaron de la línea oficial del PSUV, con candidaturas alternativas", y comentábamos que se trataba de opciones que rompieron la disciplina partidista o que se inclinaron por el llamado "chavismo disidente" y "crítico" o por fórmulas que pudiésemos considerar como opositoras de izquierda.

Dentro de dichas opciones, mostramos que "gran parte de estos votos a escala nacional fueron captados por la alianza en torno a la tarjeta de la Unidad Política Popular 89 (UPP89), constituida por este partido, por Marea Socialista, por el Movimiento Popular Alternativo (MPA) y por otros agrupamientos políticos, de los cuales UPP89 es el único que tiene tarjeta electoral.

Estamos apartando en este análisis las consideraciones relacionadas con denuncias de manejos ventajistas, de coacción estatal, de intervención clandestina de máquinas electorales y otras operaciones fraudulentas que se produjeron en estas elecciones, las cuales, sin duda alguna, fueron un importante factor de distorsión con impacto en los resultados oficiales.

A escala nacional, a pesar de no participar en la totalidad de los municipios sino en algo más de la mitad de ellos (181 de 335), la tarjeta de la alianza con UPP89 obtuvo un total de 151.029 votos, quedando, en volumen de votos a escala nacional, como la cuarta fuerza electoral de lo que se conoce como izquierda en Venezuela, después del PSUV (5.489.732 votos) y de dos de sus principales aliados en el Gran Polo Patriótico (el PCV con 271.686 votos y el PPT con 208.404 votos).

Pero un dato interesante es que las mayores votaciones obtenidas por el PCV y el PPT se produjeron con candidaturas independientes, por fuera del GPP como alianza dominada por el PSUV y por lo general sus votos dentro de dicha alianza fueron menores. Claro que, la participación en más de la mitad de los municipios como integrante del GPP aportó una gran parte de los votos totales, pero lo significativo fue que obtuviesen votaciones destacadas cada uno por su cuenta o aliados entre sí. Esto también sucedió, en menor medida, con aquellas candidaturas postuladas por Tupamaros (GPP) que fueron separadas del PSUV.

Al revisar los resultados específicos de la alianza agrupada con UPP89, nos encontramos que sus votos municipales la colocaron como segunda fuerza electoral de izquierda en los estados Apure, Barinas, Falcón, Portuguesa y Zulia, y como tercera en Cojedes, Guárico y Táchira; ocupando el cuarto lugar en Anzoátegui, Mérida y Monagas.

Marea Socialista dio su aporte militante en la campaña por los candidatos y candidatas postulados con esta tarjeta.

Pero si tomamos en cuenta solamente las candidaturas independientes del PSUV, UPP89 se coloca de manera destacada frente a viejos partidos como el PCV y el PPT (cuando restamos de su total de votos, los obtenidos en conjunto con el PSUV).

Esto apoya nuestra conclusión (expresada en el comunicado precedente) de que "con los votos por la alianza en torno a la tarjeta de UPP89 y alrededor de varios candidatos que desobedecieron las imposiciones del PSUV, como Samán y Ángel Prado, se puso en evidencia un fenómeno de búsqueda de nuevas referencias políticas de izquierda para canalizar el descontento hacia el gobierno y hacia la MUD, hacia las cúpulas que han venido polarizando el espectro político nacional".

Por otro lado, vale la pena resaltar que la alianza electoral de UPP89, Marea Socialista, Movimiento Popular Alternativo, MEP Originario y otros grupos, tuvo 6 candidaturas a alcaldes que lograron porcentajes de votos entre el 30 % y el 42 % (ubicadas en Anzoátegui, Aragua, Apure, Guárico y Portuguesa); 5 candidaturas con votaciones del 20 % al 29 % (ubicadas en Barinas, Falcón, Guárico, Portuguesa y Zulia) y 11 candidaturas que alcanzaron entre el 10 % y el 19% de los votos, además de numerosas candidaturas con votaciones entre el 5% y el 9%. Incluso, votaciones del 2% y el 4% logradas por nuestra alianza, superaron a las de la mayoría de los grupos del GPP y a muchos partidos de la oposición de derecha. En Portuguesa y Falcón se concentraron las más altas cantidades y porcentajes de votos.

En el estado Yaracuy, Marea Socialista no participó en el marco de la Alianza Alternativa y llevó candidaturas aparte de UPP89, apoyadas por las tarjetas del MAS y del Movimiento de Renovación Socialista (MRS) en tres municipios, logrando en San Felipe, el 4,7 %.

Todo lo anterior indica una buena potencialidad de proyección para posteriores contiendas electorales, así como para la construcción política. Tenemos ahí, por consiguiente, una alternativa política en desarrollo y con muy buenas perspectivas para disputarle el escenario a los factores de la polarización, pero sobre todo en el terreno local, en el más cercano a la gente.

Ahora bien; para nosotros, lo más interesante es que, como también concluimos en nuestro primer comunicado de evaluación de las elecciones municipales, si este fenómeno se sostiene en el tiempo y si se animan las luchas del pueblo venezolano, estaríamos ante la posibilidad de seguir rompiendo la polarización con candidaturas y con organizaciones o alianzas políticas capaces de abrir brechas y colocar opciones emergentes con altos niveles de votación. Interpretamos, entonces, que se ha puesto de manifiesto la existencia de "un amplísimo espacio para construir una oposición de izquierda al nefasto gobierno madurista y de la burocracia del PSUV" (como decimos en nuestro comunicado del 18 de diciembre de 2017) y a la vez, una alternativa a la oposición de la derecha contrarrevolucionaria que busca retomar el poder.

Aunque, ciertamente, desde el punto de vista electoral, debemos tomar en cuenta que esta vez (en las elecciones de alcaldes del 10 de diciembre de 2017) no participaron las principales organizaciones de la MUD (Primero Justicia, Voluntad Popular, AD, entre otras), eso no le resta importancia a los resultados logrados por nuestra alianza, ni quita mérito, para nada, a la figuración de candidaturas autónomas de izquierda que compitieron con las del PSUV y con sus partidos satélites.

Para Marea Socialista, los resultados de las candidaturas postuladas por la alianza en torno a la tarjeta de UPP89 representan un apreciable avance. Pero sobre todo, reflejan una receptividad que abona condiciones favorables para lograr una creciente incidencia política, así como para el trabajo orgánico, tanto de recomposición política como de reagrupamiento social-popular, en resistencia frente a la crisis y en la búsqueda de vías alternas a las fórmulas de la polarización, que permitan al pueblo ir recuperando la esperanza y sus herramientas de lucha.

Lo que asomó en estas elecciones, es que podemos posicionar alternativas autónomas de rescate de los logros revolucionarios del pueblo, de su dignidad de vida destrozada por la burocracia y el capital, de restitución constitucional y democrática, no supeditadas al PSUV ni a la MUD. Pero para ello es necesario que vayamos más allá.

Después de las elecciones de alcaldes, la expresión electoral del descontento se ha comenzado a trasladar a la calle con las protestas de las comunidades y de los trabajadores, fundamentalmente por comida, y también contra la carestía, para conseguir medicinas, para tener cobertura de los servicios públicos o gas para cocinar, así como para conseguir dinero en efectivo, faltante para el desenvolvimiento diario frente al colapso generalizado. Y en este terreno tiene que forjarse también la construcción de la nueva referencia política necesaria, apoyando al pueblo en sus luchas y perfilando a la vez una opción distinta de gobierno, que tenga nuevamente expresión en la participación electoral, porque no podemos permitir que siga siendo secuestrada por la pseudo-izquierda o neo-derecha gobernante (PSUV-burocracia-"boliburguesía") y por la derecha clásica (la vieja oligarquía), en el juego de la polarización, tan funcional a ambos sectores privilegiados.

Los estallidos parciales que estamos comenzando a ver, no son ya el producto de una oposición de derecha que quiere derribar al gobierno para sus propios fines, sino que es el pueblo mismo el que está saliendo a dar la pelea por su sobrevivencia. En esta nueva situación debemos ayudar a reconstituir los instrumentos de lucha de ese pueblo, neutralizados y manipulados por la burocracia y por la oposición burguesa.

La alianza electoral alternativa debe manifestarse también junto al combate cotidiano del pueblo y debe ampliarse y avanzar con otras expresiones de la lucha política, contrarias a los intereses y los planes de la burocracia y el capital (Gobierno-PSUV y oposición de derecha).

Por eso hemos dicho que "es necesario que, entre todos aquellos y aquellas que hacemos parte del nuevo fenómeno político emergente, se abran debates y que podamos elaborar, de manera democrática y unitaria, los puntos básicos de convergencia, que nos permitan presentarle al país un proyecto de rescate y recuperación nacional. Una propuesta con verdadero acento y prioridad sobre el pueblo que vive de su trabajo. Es un proyecto que hemos venido esbozando y configurando, distinto al de Maduro y distinto al de la oposición de derecha.

Maduro no cumplió con el Plan de la Patria de Chávez y el Plan que llamó preparar para 2019-2025 ya se asoma y se siente hoy en los retrógrados, capitalistas y autoritarios decretos de la ANC. No importa que le llamen a eso "socialismo"; no importa que le llamen chigüire al cochino; sigue siendo cochino, como decía Chávez en el Golpe de Timón. Sigue siendo capitalismo rentista, depredador de nuestras riquezas, corrupto, opresor del pueblo, administrado por quienes traicionaron a la revolución bolivariana y se convirtieron en roscas burocráticas, mafias, especuladores financieros y "bachaqueros" de la economía.

Por eso estamos trabajando para la actualización y presentación de propuestas para la discusión del proyecto de rescate del país y de su economía y tejido social, de la vida democrática y de una sana y auténtica concepción del Poder Popular. Esta discusión la queremos hacer con todas las corrientes dispuestas a romper o que ya han roto con el burocratismo y con el curso liquidador de la revolución que representa la línea del PSUV y de Nicolás Maduro.

Queremos discutir tanto lo programático y el conjunto de medidas para superar la crisis, como la fórmula de un gran equipo nacional de gobierno, con amplia participación popular y ciudadana, capaz de garantizar una buena y honesta conducción de las instituciones, del cual pueda salir una posible candidatura presidencial que encabece ese proyecto para las elecciones nacionales que deben realizarse en 2018 o frente a cualquier otro escenario que la historia nos plantee como salida a la crisis dentro del marco constitucional.

Ya hemos iniciado estas discusiones con miembros de la alianza electoral que se agrupa con la tarjeta de UPP89 y dentro de la Plataforma en Defensa de la Constitución, con personalidades y ex ministros honestos que trabajaron con Chávez, con activistas que se oponen a la explotación depredadora del Arco Minero del Orinoco, con sectores de lo que se conoce como "chavismo crítico" y algunos sectores identificados como "no polarizados". Pensamos que esto debe seguirse haciendo con todos y cada uno de los candidatos y candidatas que participaron con la tarjeta de la Unidad Poplítica Popular 89 (UPP89) y que ésta debe continuar abierta como una opción electoral para la convergencia de todo el movimiento crítico.

Quisiéramos dar estas discusiones también con factores y dirigentes que se han colocado de manera autónoma en las elecciones de alcaldes y que hacen parte del fenómeno electoral de búsqueda de alternativas por parte del pueblo, que ya hemos descrito, promoviendo procesos de revisión al interior del GPP y de sectores populares que muestran cada vez más contradicciones con el gobierno.

La idea central es ponerse a la altura de la nueva etapa histórica que estamos viviendo y que demanda la recomposición orgánica y programática de la izquierda y del movimiento popular en Venezuela.

 

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Marea Socialista (Equipo Operativo Nacional)

Organización política venezolana de izquierda, de orientación marxista-leninista-trotskysta, con ancestros partidarios desde los años 70 del Siglo XX. Procede de una corriente crítica, fundamentalmente obrera, que participó en el PSUV en los tiempos de Hugo Chávez y se desprendió en 2014 en ruptura franca con el gobierno de Nicolás Maduro. También se enfrenta a la derecha opositora y al autoproclamado "presidente" Guaidó. Se articula internacionalmente con la Liga Internacional Socialista (LIS-ISL IV Internacional). Una de sus principales consignas distintivas es: "¡Ni burocracia, ni capital!" Su Web es: www.mareasocialista.org

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