Conciencia política tenemos ahora viene la conciencia social

Un asunto que parte de los vecinos y los consejos comunales hacia la gran comuna Caracas, pero la carga no se le puede dejar sola a la Alcalde Érika Farías.

Una semana después de estas nuevas elecciones no escribo sobre conciencia política, porque precisamente los últimos tres comicios dicen mucho del asunto y todo ello sin contar desde que la ciudadanía comenzó a votar con y por Hugo Chávez. Es decir, mucha agua ha corrido bajo los puentes y no es sobre esa conciencia de la que escribo, sino de una que tiene importancia real como es la conciencia social.

Como le expliqué a la colega de la Plataforma de Periodistas y Comunicadores de Venezuela, Alba Rengifo, lo que nos corresponde a todos, desde esta semana en adelante es crear, fortalecer esa gran conciencia social que tanto necesitamos los que vivimos en este país.

La conciencia social, ese pensar sobre la sociedad, debemos tenerlo y compartirlo todos. Lo primero que hay que decir es que no debemos esperar que la Alcalde electa, Érika Farías, cargue con todos los problemas de la ciudad de Caracas, porque en esta capital vivimos varios millones de personas.

El objetivo central en esta gran tarea de crear y fortalecer la conciencia social recae en los vecinos y los consejos comunales. Estos últimos fueron electos por los vecinos de todas las localidades caraqueñas y del resto del país, lo que quiere decir que las personas han trasladado a esos consejos sus ideas, deseos y esperanzas, cuando lo que se debe hacer es compartirlos, discutirlos y enriquecerlos con la participación directa de sus Alcaldes.

La basura, su selección, recolección, reuso y reciclaje; el transporte, sus paradas, el respeto a las personas mayores, a los escolares, la dotación de insumos, asignación de rutas y horarios; las fracturas del pavimento, la reparación de las calles, el alcantarillado, las diferentes bocas vinculadas a los servicios de aguas blancas, filtraciones, drenajes, electricidad y gas; la obvia y necesaria seguridad, la rotación del personal policial, el recorrido de los efectivos, las investigaciones, la participación de todos los entes vinculados a la seguridad de las personas y bienes así como el respeto y obligatorio cumplimiento de las leyes emanadas de la Constitución Bolivariana y a las ordenanzas municipales que velen por el ambiente, el control de los ruidos infernales que agobian los fines de semana a la ciudadanía que trabaja así como a las personas mayores y a los recién nacidos que deben dormir unas horas indispensables para su crecimiento, sin que tengan que soportar a quienes se creen los dueños del escándalo rutinario de fin de semana.

Nada de eso debe quedar exclusivamente en manos de la Alcalde Érika Farías, si es que no queremos que a los tres meses de gestión sea encerrada para una cura de sueño. Escribimos sobre una problemática que nos afecta a todos, que requiere que asumamos una conciencia social verdadera, real, que enorgullezca a los hijos de esta gran capital. Si lo que está planteado es crear la Gran Comuna de Caracas, mandato del Presidente Nicolás Maduro para la nueva Alcalde de la ciudad los habitantes de la Sucursal del Cielo no le pueden dejar el ganso en exclusiva a la alta funcionaria. Se trata de un problema cuyo diagnóstico e ideas para las soluciones debe partir de los vecinos y los consejos comunales y ese es el camino para comenzar a darle poder a las ciudadanas y ciudadanos.



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Pedro Estacio


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