Después dicen que Luisa no manda. Que la fiscal no atendía los casos de corrupción en Pdvsa. Que las gavetas estaban full de expedientes sin ningún tipo de investigación. Dicen que Luisa no tenía autoridad, que los casos pasaban por debajo de la mesa, pero ciertamente se equivocan los que creen que la fiscal no manda. Esta mujer manda más que un dinamo.
Dicen por ahí que Luisa aquí no hablaba. Que nada sabía de ese centavero que se robaron en Pdvsa mafiosos del petróleo. Que tenía demasiado trabajo para atender menudencias como esas. Qué 4.500 millones de dólares es nada para preocuparse. La fiscal hizo como Uribe que le faltó tiempo para invadir Venezuela. Luisa no tuvo tiempo de atender esos casitos de empresarios pobres que no tenían nada que "regalar".
La jeva dice está dispuesta a pedir perdón si es necesario. Que está luchando porque su país vuelva a ser un país democrático donde quepan todos menos ella. Que la Constituyente fue un fraude. Que las elecciones de gobernadores fue un fraude. Que las elecciones de las Alcaldías fue un fraude. Que todo fue un fraude menos la Fiscalía cuando ella estaba ahí.
Ahora sabe todos los secretos y que poco a poco los irá desembuchando. Antes nada sabía. Todo funcionaba a la perfección. Luisa dice que ella no vio violencia durante más de 3 meses. No supo de gente quemada viva. Jóvenes muertos con morteros con el tripero afuera. No supo de degollamiento, de linchamientos.
Cuando estaba con el mazo en el Ministerio Público no hablaba, no investigaba, no denunciaba, hasta que llegó el momento del carmonazo: "Te queremos, Luisa". Aplausos y sonrisas de oreja a oreja. "Vengo a luchar con ustedes por una Venezuela libre". Todo hasta que alzó el vuelo a trabajar duro desde afuera.
De lo que se olvida Luisa es de unos centavitos que le descubrieron en un banco fuera del país que superaban los 6 millones de dolarillos. Que el esposo también estaba nadando en las mismas aguas donde nadaba la fiscal. En fin, no se acuerda de nada. Ahora le falta poco para solicitar el derribo del avión donde viajaría el Presidente Maduro a Perú.
Y es que no solamente Luisa está meando fuera del perol. Los diputados de la comisión de Política Interior de la Asamblea Nacional también les está patinando el coco. En qué cabeza cabe la locura de nombrar un Tribunal Supremo de Justicia en EE.UU. con "magistrados" prófugos de la justicia y que la AN avale tal barbaridad.
La "fiscal valiente" se da el lujo de solicitar la captura de Nicolás Maduro aunque sea en el aire y avispaos porque se puede escapar por una ventana del avión. "Pedí que se generara alerta roja de Interpol contra Nicolás Maduro y sea detenido en Perú si es que va a la Cumbre de las Américas o donde vaya, ojalá lo puedan interceptar en el aire y detenerlo". Tal solicitud la hizo al TSJ que está como ella: huyendo y disfrutando de un auto exilio.
¿Delito? Que Maduro presuntamente está implicado en casos de corrupción relacionados con la constructora brasileña Odebrecht, Que el monto de soborno asciende a 2,5 millones de dólares, menos de la mitad de lo que presuntamente le descubrieron a ella en bancos extranjeros.
Lo mejor que puede hacer Luisa es callarse porque ya desespera, da pena ajena, y lo peor, ni en la oposición se acuerdan de ella.