"Pocos países en el mundo han cometido el suicido monetario que ha cometido Ecuador de adoptar una moneda extranjera que se comporta exactamente en forma contraria a lo que se requiere. (…) Pero así es el absurdo de las irresponsabilidades de nuestras élites que tanto daño le han hecho al país." (Rafael Correa) Esta opinión sensata del expresidente del Ecuador es la mejor respuesta a quienes demagógicamente utilizan a ese país como ejemplo, de su oferta electoral capitalista, para las próximas elecciones presidenciales.
Tenemos nuevamente una oferta engañosa como aquella de "acabar con las colas" a la cual hay que salirle al paso para no dejar que electores embriagados por una falsa ilusión marchen engatusados, esta vez, al despeñadero del capitalismo dependiente de una moneda extranjera. Lo primero es aclarar que vivimos azotados por una crisis capitalista, el atolladero en que nos encontramos se debe a que las fuerzas enemigas de la transformación social no nos han dejado transitar el camino del socialismo para lograr el desarrollo económico independiente y la prosperidad que la sociedad venezolana reclama. Todos los fenómenos económicos que están causando estragos en nuestra población son inherentes al sistema capitalista que nos domina y protagoniza la guerra económica visibilizada hoy más que nunca con el bloqueo económico del imperialismo norteamericano contra Venezuela.
El problema de la injusticia social no lo vamos a solucionar llenándole de dólares los bolsillos a los dueños de los medios de producción y distribución, y a la burguesía importadora aliados con el imperialismo norteamericano que lo único que busca es acabar con la revolución bolivariana y tener luz verde para el saqueo de nuestras riquezas naturales. Por más que se tongoneen siempre se le ve el bojote. Esta gente que promueve la falsa oferta de la dolarización promete empezar, su reforma monetaria, con la medida de eliminar el CLAP y privatizar absolutamente todo. Es el neoliberalismo en su máxima expresión. Es ahí justamente donde hay que dar la batalla en defensa de las mayorías que pretenden ser desmoralizadas y arrodilladas con el desabastecimiento y la inflación. Éstas son inducidas por la contrarrevolución, para quitarle al pueblo la gratuidad de la educación y la salud, la protección social de las pensiones, el CLAP, el carnet de la Patria, la adjudicación de viviendas y las Misiones. En ese ambiente, de dominación oligárquica, la burguesía, con las transnacionales, serían, si los dejamos, dueños hasta de lo impensable: el agua, los parques, las playas, las industrias básicas, el seguro social, las cárceles, los hospitales, las escuelas, los liceos, las universidades, las viviendas, las comunicaciones y para de contar. No bastando con esto también plantean, los dolarizadores, la implantación de la clásica cartilla de la liberación de precios para poner la economía al servicio de los especuladores contra quienes nuestro gobierno, hay que reconocerlo, no ha podido todavía imponerse en la pelea por el cumplimiento de los precios justos.
*Profesor universitario de Filosofía de la Educación jubilado de la UPEL. Ex Director Ejecutivo (Fundador) de la Casa de Nuestra América José Martí.