El único de los nombres presentados al CNE, para ser elegido presidente de la República Bolivariana de Venezuela, que tiene credenciales políticas creíbles y confiables, por su trayectoria y experiencia, para ser el candidato de Venezuela y de Nuestra América, en contraste con el candidato de imperialismo, es sin duda alguna Nicolás Maduro Moros. Me refiero al concepto de Nuestra América creado por José Martí siguiendo las ideas de Simón Bolívar sintetizadas en la frase "La Patria es América". Esta concepción Nuestramericana es la contra propuesta bolivariana a la del "Patio Trasero de los EEUU" y la decisión entre ambas es lo que está en juego en los comicios del 20 de Mayo.
Gracias a Chávez, quien revivió el pensamiento antimperialista del Libertador Simón Bolívar, existe en las mayorías populares de nuestro país un sentimiento profundo de nuestra nacionalidad y por la unión libre e independiente de Latinoamérica y el Caribe. Cuando decimos el candidato de Nuestra América definimos el perfil político internacional que debe tener quien aspire a conducir los destinos de la patria por el camino de convertirla en un país potencia sin subordinación a una potencia extranjera. Vale decir entonces que Nicolás Maduro es la mejor opción para Nuestra América frente a la otra opción del Imperialismo que se debate entre el golpe de Estado, la intervención armada disfrazada de "ayuda humanitaria, la abstención o en aceptar al candidato que le está meneando la cola con la dolarización.
Maduro tiene el aval de haber sido el Canciller de Chávez y es el único candidato que cuenta con la confianza de la mayoría del pueblo venezolano para seguir cumpliendo desde la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela el rol histórico de líder continental antimperialista con el apoyo de los gobiernos del ALBA y de los otros pueblos suramericanos que no se doblegan a los designios de Donald Trump ni al Grupo de Lima. Además Nicolás Maduro cuenta, para sus propósitos de lucha emancipadora, con la simpatía de todos los pueblos del mundo que se revelan también contra la dominación imperial y la recolonización del planeta. También es bien conocida la solidaridad prestada a Nicolás Maduro, y a su gestión gubernamental, por los gobiernos de Rusia, China, Irán y otros. No es poca cosa su tampoco su liderazgo en el Movimiento de Países no Alineados.
En estas elecciones ni en ninguna, y muchos menos en las del 20 de mayo, se debe perder de vista el panorama internacional, recordemos a Bolívar "…nos pasmaríamos al ver nuestra dócil especie pacer sobre la superficie del globo como viles rebaños destinados a alimentar a sus crueles conductores." y a Martí: " Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea, y con tal que él quede de alcalde, o le mortifique el rival que le quitó la novia, o le crezcan en la alcaldía los ahorros, ya da por bueno el orden universal…"
En estas elecciones amenazadas por el imperialismo, donde gobiernos extranjeros se dan el lujo de anunciar que desconocerán sus resultados, Nicolás Maduro se erige como el candidato indiscutible de Venezuela y de Nuestra América con el compromiso chavista de cumplir los cinco objetivos históricos contenidos en el Plan de la Patria.
